La llegada de Lewis Hamilton a Ferrari marca uno de los momentos más icónicos de la Fórmula 1 moderna. El pasado lunes, el británico aterrizó en Maranello para integrarse oficialmente en la Scuderia, generando una gran expectación tanto entre los tifosi como en el paddock. A su llegada, fue recibido por una multitud de seguidores que se agolpaban para ver al siete veces campeón del mundo vestido de rojo por primera vez. El día comenzó con una reunión con los directivos de Ferrari y un recorrido por las históricas instalaciones del equipo, incluyendo una visita al museo que celebra las glorias pasadas de la escudería.
Hamilton no ocultó su emoción durante su primer día: "Es un sueño para cualquier piloto formar parte de esta familia. Ferrari representa la pasión por las carreras", expresó el británico, visiblemente emocionado. La jornada también incluyó reuniones técnicas con los ingenieros y un análisis en profundidad del monoplaza que utilizará esta temporada. Según fuentes internas, Hamilton ha mostrado un gran interés en entender los procedimientos internos del equipo y cómo maximizar el rendimiento de su nuevo coche. Además, el piloto compartió momentos con algunos empleados del equipo, firmando autógrafos y fotografiándose junto a ellos, en un gesto que subrayó su conexión con el equipo desde el inicio.
Esta mañana, Hamilton dio el siguiente paso en su adaptación al subirse al SF-23, el coche que Ferrari utilizó en 2024. En el circuito de Fiorano, el piloto completó más de 100 vueltas durante su primera toma de contacto con un Ferrari en pista. El objetivo principal de estas pruebas era doble: permitir que Hamilton se familiarizara con los sistemas operativos y procedimientos del equipo, y que los ingenieros recogieran datos sobre su estilo de conducción. Vestido con su icónico casco dorado, que combina referencias a la tradición de Ferrari y su propio legado, el británico se mostró concentrado y motivado durante toda la jornada, dedicando tiempo a analizar los datos y a dialogar con los técnicos.
El ambiente en Ferrari es de entusiasmo y altas expectativas. Tanto los ingenieros como los mecánicos han destacado la actitud colaborativa y el enfoque técnico de Hamilton desde su llegada. El jefe de equipo, Frédéric Vasseur, calificó la jornada como "un nuevo comienzo" para Ferrari. "Lewis no solo aporta su talento, sino también una mentalidad ganadora que puede transformar al equipo", comentó el francés. Por su parte, los tifosi están cautivados con la idea de que Hamilton, con su vasta experiencia y siete títulos mundiales, sea la pieza clave para romper la sequía de títulos que pesa sobre Ferrari desde 2007.
En las redes sociales, las imágenes del británico rodando con un Ferrari rápidamente se hicieron virales, con mensajes de apoyo tanto de aficionados italianos como de seguidores de todo el mundo. Además, el gesto de Hamilton de saludar personalmente a los aficionados y firmar autógrafos en Fiorano ha reforzado su conexión con los tifosi, quienes ya lo consideran uno de los suyos. Las pancartas con mensajes de apoyo y banderas con el icónico Cavallino Rampante ondearon durante toda la mañana en Fiorano, en lo que ya se percibe como el inicio de una unión especial.
El próximo paso será la pretemporada oficial, donde Hamilton tendrá la oportunidad de probar el nuevo monoplaza diseñado específicamente para 2025. Sin embargo, estos primeros días han sido fundamentales para sentar las bases de lo que promete ser una colaboración histórica. Ferrari y Hamilton, dos nombres con un legado imponente en la Fórmula 1, se unen en busca de un objetivo común: devolver el título mundial a Maranello y escribir un nuevo capítulo de gloria en la historia del deporte. Las expectativas están por las nubes, pero la confianza en esta nueva era también lo está.
