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Romain Grosjean se ha soltado la lengua después de confirmarse que no seguirá con el equipo Haas para la temporada 2021 de Fórmula 1. Tanto es así que ha desvelado el problema crucial que está teniendo su equipo este año en los fines de semana, uno que también puede estar relacionado con los problemas de Ferrari – y sobre todo de Sebastian Vettel: problemas relacionados con la temperatura de la suspensión trasera.
Según apunta el medio The Race, la temperatura de la suspensión trasera – Haas utiliza la misma que utiliza Ferrari este año como parte de su acuerdo – se eleva hasta provocar un cambio en la aerodinámica de hasta un 4,4%. Esto, en palabras del veterano técnico Gary Anderson, es “un cambio monstruoso”, puesto que cambia por completo el comportamiento del monoplaza entre sesión y sesión.
Varias son las veces en las que se ha visto tanto a Grosjean como a Kevin Magnussen (quien tampoco seguirá en el equipo) marcando buenos tiempos en los libres y sintiéndose cómodos con el coche para después venirse abajo por completo en clasificación. Es decir, se marcan buenos tiempos con la suspensión trabajando a altas temperaturas pero cuando se enfría el cambio aerodinámico es tal que el coche está de nuevo desequilibrado.
Por tanto, el problema no es tanto que se caliente la suspensión trasera, sino que se enfríe y se altera el rake así como el equilibrio aerodinámico. Según Anderson, esto podría estar relacionados con los activadores hidráulicos que se utilizan para trasladar el movimiento de las suspensiones a los muelles. En el caso de Ferrari no parece ser tan acusado (al menos en el coche de Charles Leclerc) pero sí que queda claro que el SF1000 tiene una gran debilidad en el tren trasero.