Charles Leclerc ha sido la primera víctima de los muros del circuito de Mónaco, antes de empezar la carrera del domingo. El piloto de Ferrari sufrió un duro accidente al final de la clasificación de ayer, que provocó una bandera roja y que dio por finalizada la sesión. Una bandera roja que acabó con la posibilidad de otros pilotos de arrebatarle la ‘pole’ al monegasco, que en ese momento dominaba la clasificación.
Después del accidente, la opción de que el monoplaza de Leclerc tuviera daños en la caja de cambios era una realidad. Ante la posibilidad de sufrir una sanción de 5 puestos en la parrilla si se cambiaba esa pieza, Ferrari explicó que no tomaría riesgos y que si era necesario harían ese cambio con su penalización correspondiente. Tras una larga noche para los mecánicos de la escudería de Maranello, parecía que el monegasco podría correr hoy con normalidad.
Pero la sorpresa ha llegado antes de la carrera, cuando el Ferrari de Leclerc no ha salido de su ‘box’ antes de que se cerrase el ‘pit lane’. Cuando se ha encendido el monoplaza se ha detectado algún problema y el monegasco ha perdido su gran oportunidad. Ferrari ha explicado que el problema no proviene de la caja de cambios, sino del palier izquierdo del coche, que no había sido modificado tras el incidente.