La pole position de Verstappen y la tercera plaza de Pérez en la parrilla de Austin eran un peligro para Mercedes y Lewis Hamilton, ya que tenían que enfrentarse a dos rivales fuertes en los primeros compases. El británico había tenido una salida mejor que la del poleman, el neerlandés hizo todo lo posible para evitar el adelantamiento, pero fue inevitable.
Este cambio de posiciones no había garantizado nada, el piloto de Red Bull se convirtió en la sombra del W12 y, gracias a las estrategias bien ejecutadas del equipo austriaco, el liderato no se les escapó en ningún momento. También es importante destacar que el ritmo del heptacampeón era claramente más competitivo que el del RB16B, aunque no hubo ninguna sorpresa al final, a pesar de que la diferencia entre ambos fue de tan solo un segundo.
Hamilton confiaba en que podía llevarse el triunfo en su circuito talismán, cumplió con su parte al no cometer ningún error, aunque esta vez no tuvo la recompensa que buscaba. Con el resultado obtenido en Austin, Max aumenta su ventaja en el Mundial y la distancia es de 12 puntos entre ambos.
Lewis Hamilton tenía la esperanza de subir al escalón más alto del podio:
"Por un segundo pensé que podía ganar, lo di absolutamente todo ahí fuera. Red Bull ha sido superior y no pudimos igualarles, parecía que tenían una trasera más estable y que patinaba menos. Estuvimos recortando la diferencia hacia el final, pero tuve aire sucio y los neumáticos se sobrecalentaron en las últimas vueltas. Gracias a todo el equipo por los pit stops y por su duro trabajo".