Como el neerlandés había estado en el mismo nivel de competitividad que los hombres de Ferrari durante los entrenamientos, era un rival a tener vigilado durante la sesión clasificatoria. En la Q1, Max se había quedado a solo una décima de Leclerc y parecía tener controlado a Sainz, que se quedó a cuatro décimas de él.
La sorpresa llegó en Q2, cuando los jinetes de Il Cavallino dejaron a Verstappen a un segundo, pero lo importante no era esta ronda, era la Q3. En el momento de la verdad, el piloto de Red Bull enseñó todo su rendimiento y se quedó a tan solo 8 milésimas de la pole en el primer intento. Su vuelta lanzada la hizo sin la ayuda de nadie, en cambio, Sainz ayudó a Leclerc con un rebufo para marcar ese tiempo tan competitivo. Todo estaba muy ajustado hasta que el monegasco pulverizó el registro de Max en la vuelta definitiva y le dejó a tres décimas.
"En general, nos estuvo faltando un poco de agarre y ritmo en la clasificación. Empujamos mucho, pero hubo algunas zonas de la pista en las que no pude mejorar, especialmente en mi última vuelta. Tenemos un buen coche, cuidar los neumáticos será fundamental y mañana hará más calor, veremos qué podemos hacer desde el punto de vista de la estrategia. Que Ferrari vuelva a estar en la pole demuestra que tienen un coche fantástico, imagino que serán muy rápidos una vez más. Es bueno tener a Checo [Pérez] al lado, somos rápidos en las rectas, por lo que veremos qué podemos hacer", concluye el neerlandés en el comunicado post clasificación de Red Bull Racing.