Después de dos años de ausencia a causa de la pandemia, la Fórmula 1 ha vuelto al circuito Gilles Villeneuve de Canadá para disputar el noveno fin de semana de competición de la temporada. En la primera sesión, los frenos delanteros del Alpine de Esteban Ocon habían fallado, provocando una humareda blanca y obligándole a parar en boxes para analizar el problema. Lo positivo para el equipo es que pudo salir a pista de nuevo y estar en la media de vueltas.
En el otro lado del garaje, Fernando Alonso estuvo a punto de estrenar el Muro de los Campeones, pero consiguió controlar su máquina en el último segundo para evitar el toque. Como hacía varios años que los pilotos no rodaban en esta pista sumado al comportamiento de los nuevos monoplazas, las salidas de pista fueron habituales, especialmente en la chicane de entrada a meta.
En la segunda práctica, el porpoising ha complicado la vida a Carlos Sainz y Lewis Hamilton, que estuvieron sufriendo con este efecto en la larga recta de atrás, por lo que los fantasmas de Bakú también están presentes en Canadá. Al igual que se había visto en los Libres 1, Alpine y Aston Martin había dado una buena imagen en los Libres 2 al situarse al frente de la zona media, aunque todavía falta para conocer si es una realidad o un espejismo.
Al final de la sesión, los equipos estuvieron con la mirada puesta en el cielo, las nubes cada vez eran más negras, pero la lluvia no entró en escena finalmente. En términos de rendimiento, Max Verstappen ha sido el dominador del viernes, primero en ambas prácticas, aunque las diferencias fueron tan grandes con sus rivales directos que todavía falta mucho para conocer dónde está cada uno realmente.