El Gran Premio de Austria 2025 cumplió con las expectativas de emoción y tensión. Lando Norris se llevó la victoria tras un intenso pulso con su compañero de equipo, Oscar Piastri, en un domingo en el que McLaren rozó el drama pero lo evitó gracias a una estrategia bien ejecutada. El podio lo completó Charles Leclerc, mientras que Fernando Alonso volvió a puntuar con una séptima posición muy trabajada.
La salida fue caótica incluso antes de empezar: Carlos Sainz tuvo que abandonar por un problema en los frenos de su Williams durante la vuelta de formación, y minutos después, Andrea Kimi Antonelli arruinó su carrera y la de Max Verstappen tras una maniobra fallida en la curva 3. El accidente provocó la salida del coche de seguridad y dejó fuera al neerlandés y al joven de Mercedes a las primeras de cambio.
Cuando se relanzó la carrera, los McLaren comenzaron a abrir hueco respecto a Leclerc. Norris y Piastri protagonizaron varios intercambios en pista sin llegar al contacto, aunque estuvieron muy cerca en la vuelta 20. McLaren actuó rápido y mandó al británico a boxes, separando así a sus pilotos para evitar males mayores. La estrategia surtió efecto: Norris mantuvo el liderato y controló el ritmo desde entonces.
Por detrás, Russell, Alonso y Lawson alargaron sus primeros stints con una sola parada como objetivo. El movimiento fue acertado para Aston Martin y Racing Bulls, ya que ambos lograron mantenerse dentro del top 7 durante gran parte de la segunda mitad de carrera. Los Ferrari, mientras tanto, rodaban en solitario, lejos de McLaren y claramente por delante del resto.
Con el avance de las vueltas, Russell acabó adelantando tanto a Lawson como a Alonso para asegurarse el quinto puesto, mientras los dos Sauber se acercaban peligrosamente al asturiano. Gabriel Bortoleto llegó incluso a meterle el coche a Fernando en las últimas vueltas, pero el bicampeón logró defenderse con determinación y cruzó la meta en séptima posición.
En la lucha por la victoria, Piastri llegó a reducir la diferencia con Norris a menos de dos segundos gracias a una serie de vueltas rápidas, pero no fue suficiente para inquietar al británico, que sumó su segunda victoria de la temporada. La batalla interna en McLaren, al límite en algunos momentos, se resolvió esta vez sin roces, aunque con tensión palpable hasta la última vuelta.
Con este resultado, McLaren consolida su posición como uno de los equipos más fuertes del momento, mientras Ferrari vuelve a mostrar regularidad sin amenaza directa a corto plazo. Fernando Alonso, por su parte, sigue rascando puntos gracias a una lectura de carrera inteligente y una ejecución sin errores, en un fin de semana donde la estrategia volvió a ser decisiva.