Toto Wolff confirma su positivo por COVID y que Lewis Hamilton no ha renovado con Mercedes

Después de que los pilotos Sergio Pérez, Lance Stroll, Charles Leclerc y el vigente heptacampéon Lewis Hamilton, se contagiaran por coronavirus, se ha unido a elllos otro nombre en esta ilustre lista de la Fórmula 1. Se trata de Toto Wolf, máximo responsable de la escudería Mercedes. Así lo ha confesado el protagonista en unas recientes declaraciones a una cadena televisiva de su país. En ellas ha explicado que se infectó durante unas vacaciones de skí que pasó con su familia en Kitzbühel, Austria.

Después de recibir el resultado del análisis PCR tuvieron que extender su estancia en dicha estación invernal por espacio de diez días, durante los cuales permanecieron aislados y en cuarentena con síntomas leves. Transcurrido el preceptivo plazo, la enfermedad había desaparecido de sus organismos por lo que pudieron regresar sin mayores problemas a su lugar de residencia.

Por otra parte, preguntado por el culebrón invernal, es decir, la renovación de Lewis Hamilton, ha comentado que todavía no se ha producido, entre otras cuestiones por lo anteriormente relatado.

“Los abogados están trabajando duro. No les hacemos la vida fácil. Pero él está en América ahora y yo estoy aquí (Austria). En algún momento vamos a finalizarlo”, ha comentado Wolff.

No obstante, solo ha afirmado que las conversaciones siguen su curso para tratar de llegar a un acuerdo en el que confía, algo que debe sellarse antes de un mes. Será a partir de finales de febrero cuando comiencen las presentaciones de los equipos de cara al Mundial de 2021, fecha en la que expirará la fecha para inscribir a los pilotos de la nueva campaña.Sin embargo, al margen de otras consideraciones y rumores, lo cierto es que restan menos de 30 días para que se pongan de largo las escuderías y Lewis Hamilton está sin contrato desde el pasado 1 de enero.

Al parecer las posturas de las dos partes están muy alejadas. Mercedes no está dispuesta a ceder a la batería de exigencias que habría planteado el inglés, entre las que destaca su fuerte petición económica. Ni INEOS, compañía que ya controla un tercio del capital del conjunto de Brackley, ni la propia escudería alemana, estarían dispuestas a ceder en las pretensiones dinerarias del británico. Comprenden que en un momento de recesión mundial por la crisis de la pandemia, cuando en sus fábricas se plantean posibles recortes de plantilla, hablar de las cifras astronómicas de la estrella de Stevenage no resultarían adecuadas.

Pero al margen del tema del sueldo, existirían otros escollos para el acuerdo. Hamilton querría también obtener un porcentaje de los beneficios de la firma y ocupar un cargo en la misma tras su retirada de la Fórmula 1. Según algunas fuentes también habría exigido la entrega del último hiperdeportivo de la marca germana, el Mercedes AMG Project One, con precio de salida rondará los 2,5 millones de euros.

Todo hace indicar que en esta partida de póquer, el corredor llevaría la peor mano de cartas. Si no alcanza un acuerdo, su única salida sería tomarse un año sabático. Por el contrario, Mercedes echaría mano de su protegido, George Russell, quien ya demostró en el pasado Gran Premio de Sakhir con una brillantísima actuación que está preparado para dar el salto desde Williams al mejor monoplaza de la parrilla.