Llegar a la zona de puntos comenzando desde el final de la parrilla no es una tarea sencilla en ningún circuito, pero remontar en el de Barcelona es incluso más complicado por la escasez de zonas favorables para adelantar. Un malentendido entre el ingeniero y Fernando Alonso había provocado que uno de los Alpine cayera en Q1 y esta eliminación tiene un sabor más amargo si sucede en el Gran Premio de casa para el bicampeón.
A pesar de comenzar desde la decimoséptima posición, el español siempre se ha caracterizado por hacer grandes remontadas y hoy más que nunca tiene que sacar esta virtud. Para ello, afirma que la salida de un coche de seguridad en el momento exacto sería perfecto, tal y como ocurrió con George Russell y Alexander Albon en Miami.
"Fue una sesión clasificatoria difícil para mí, tuvimos un malentendido en mi última vuelta de Q1. Pensé que teníamos un segundo o dos de margen para cruzar la meta, pero teníamos un margen de veinte. Es un precio alto a pagar aquí porque sabemos que es muy difícil adelantar en esta pista. En las últimas carreras hubo gente que comenzaba al final de la parrilla, el coche de seguridad salió en el momento oportuno y luego estuvieron dentro del Top 10. Necesitamos uno, quizá tengamos suerte y sumemos puntos. El coche no era tan rápido como el viernes, necesitamos entender por qué", finaliza el español en el comunicado de Alpine F1 Team posterior a la clasificación.