El principal punto débil del piloto británico es su ritmo de clasificación. De los 8 Grandes Premios celebrados, en la mayoría de ocasiones ha comenzado fuera del Top 15 en la parrilla de salida, lo que le ha complicado la vida para aspirar a los puntos en las dos carreras de un fin de semana. Esta situación se ha repetido en Austria, esta vez lo tenía más difícil porque partía último y las posibilidades de obtener un buen resultado eran mínimas.
Como la pista estaba húmeda al principio de la carrera principal, algunos salieron con gomas de lluvia y otros con las seco, y Caldwell fue uno de los que montó los neumáticos sin surcos y la jugada le salió bien desde la salida. Gracias a esta estrategia ganadora, logró remontar desde el final de la parrilla hasta la sexta plaza en un momento de la sesión, pero no pudo mantener detrás a rivales poderosos y perdió algunos puestos, cayendo hasta el undécimo. Cabe destacar que las numerosas penalizaciones post carrera fueron determinantes para que subiera hasta la sexta plaza final, 8 puntos que valen como una victoria para él.
Olli Caldwell: "Estoy muy feliz por terminar en los puntos después de haber comenzado desde la posición 22. Tomamos el riesgo de empezar con los de seco y, sin duda, valió la pena. Antes de la carrera, esperaba hacer tantos adelantamientos como fuera posible. Comenzando desde atrás, fue un riesgo, pero no teníamos nada que perder".
"Indudablemente, me estoy concentrando en mejorar en clasificación. Demostré que tengo el ritmo para luchar dentro del Top 10. Una vez empiezas más arriba, sumar puntos es más fácil", concluye el piloto de Campos Racing en palabras para la página oficial de la Fórmula 2.