Unos asesinos a sueldo partenecientes a la masonería francesa están detrás de la muerte del piloto galo, Laurente Pasquali. El deportista desapareció a finales de 2018 y su cuerpo fue hallado a primeros de 2019.
Esas son las conclusiones del informe policial publicado esta semana, que señala al móvil económico del crimen. Dicha investigación también ha desmantelado una red de sicarios relacionada con la citada logia que operaba en el país vecino.
Según afirma el diario Le Parisiene, piloto en la categoría automovilística GT se había convertido con tan solo 43 años en la primera víctima mortal de la masonería francesa. Su cuerpo fue encontrado por un paseante en septiembre de 2019 en un bosque próximo a Lyon. Localidad donde residía. Allí había sido trasladado el cuerpo después de arrebatarle la vida en el garaje de su domicilio.
L información del rotativo galo se precisa que Pasquali mantenía un historial de deudas con uno de los miembros de la logia. Precisamente un nuevo intento de asesinato, esta vez en París, ha sido el detonante del desmantelamiento de la secta por parte de las fuerzas de seguridad francesas.
Tras las detenciones practicadas, uno de los integrantes masones ha confesado la existencia y su propia pertenencia a un reducido grupo de masones convertidos en asesinos para saldar deudas de morosos. En esa declaración ante las autoridades pertinentes también ha desvelado que asesinaron a Laurente y le enterraron en un bosque.
De este modo trágica concluyeron dos décadas de competición dedicadas a los GT´s. El corredor llegó a tomar parte en las 24 Horas de Le Mans de 2008, concluyendo en la vegesimoprimera posición.
Tan solo dos cursos después terminó segundo en la Porsche Carrera Cup de 2010 en Francia, antes de hacerse con la corona de turismo en su país, correspondiente a la FFSA GT. Su último éxito destacable llegaría un par de años más tarde al imponerse en la carrera inaugural del Campeonato FFSA GT Le Mans.