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Entre los restos que han quedado del equipo Manor Racing se encuentra el que iba a ser su monoplaza para la temporada 2017 de Fórmula 1: el MRT07. El bólido británico ya estaba diseñado y los dos chasis estaban listos, pero la falta de recursos económicos ha derrumbado al equipo durante el pasado mes de enero al no encontrarse los inversores necesarios a tiempo.
El chasis del MRT07 ya había sido construido – las dos unidades, de hecho – pero poco más estaba preparado debido a que los proveedores habían parado su actividad. Esto era un reflejo del estado económico al que se estaba enfrentando al equipo después de haberse quedado sin el premio de catorce millones de euros al no acabar entre los diez primeros en el campeonato de constructores de 2016.
En la parte trasera se adivinaba una refrigeración por aire y líquida en torno a la célula de combustible y la parte frontal de la unidad de potencia Mercedes. Este sistema es el mismo que han utilizado los vigentes campeones del mundo desde que comenzaron con los V6 turbo en 2014 – también habían movido algunos componentes electrónicos de los pontones a la zaga del chasis para mejorar el flujo aerodinámico en los laterales, según el medio Motorsport.com.
El alerón delantero que idearon en Banbury se adapta a la nueva normativa de 2017, con un morro lo más ancho posible. También es interesante la cascada de tres elementos en los bordes de los alerones para desviar el flujo de aire alrededor de los neumáticos de manera que el aire no ‘choque’ con la superficie de las ruedas delanteras – este concepto ya lo utilizaron Williams con el FW36 y el también desaparecido Caterham con el CT05.
Las dimensiones de los nuevos neumáticos influyen a su vez en la forma del pontón, con un bargeboard que se enrolla en la parte frontal y llega hasta una esquina de la propia base del coche. El cambio de tamaño de los pontones hace que se juegue también con la orientación de los radiadores y de los intercoolers para mejorar la eficacia del flujo de aire.
La curvatura de la línea de los pontones se asemeja más a los Fórmula 1 de la pasada década que a los monoplazas vistos durante los ocho últimos años. Unos cortes en forma de L mandan el flujo de aire lejos del camino de las ruedas traseras y lo redirige hacia el difusor, el cual empieza unos 175 milímetros por delante del centro del eje trasero en lugar de estar sobre el mismo.
Por otro lado, las ‘aletas de tiburón’ vuelven a los alerones traseros después de que fueran descartados tras la prohibición del famoso ‘F-Duct’. Al tratarse de alerones más bajos vuelven a ser útiles debido a las turbulencias que se originan y podrían resultar en pérdida de velocidad al chocar contra el propio alerón trasero – soportado por dos pilares en lugar de un solo pilar como utilizaron la mayoría de los equipos en la temporada 2016.
En definitiva, en términos de diseño el Manor MRT07 era una adaptación del equipo a la nueva normativa, aunque no aportaba ninguna novedad aerodinámica que no se hubiera visto antes. Además de Mercedes, Williams o Caterham, estas soluciones ya se habían visto en equipos como Renault o Toro Rosso.
Una vez se vieron obligados a reducir su presupuesto, Manor pensó en coger el MRT05 y adaptarlo a la nueva normativa, llamándolo MRT05B y extendiendo la carrocería, los bajos y la zona del morro. No obstante, el trabajo tuvo que ser detenido por completo ante la falta de inversores – aún así, lo más seguro es que se hubiera mantenido al final de la parrilla.
Ahora bien, la compañía Jangonya Ayam – subsidiaria del gigante de comida rápida KFC en Indonesia – está interesada en comprar los restos de Manor, más ahora que podría comprar todo lo necesario por un precio menor, según el periódico finés Turun Sanomat. Al frente se encuentra Ricardo Gelael y, por su nacionalidad, uno de los pilotos señalados ha sido el ex piloto de Manor Ryo Harianto.
