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Red Bull Racing ha confirmado durante la mañana del jueves cinco de mayo que Max Verstappen estará en el segundo asiento del RB12 junto a Daniel Ricciardo a partir del Gran Premio de España de Fórmula 1. El equipo ha decidido intercambiar los puestos del joven holandés con el de Daniil Kvyat, quien se graduara de Scuderia Toro Rosso a Red Bull Racing en 2015.
Tras una espectacular temporada de debut, Verstappen ha continuado con su alto nivel de forma durante las primeras cuatro carreras de 2016, llegando a luchar cerca de Ferrari y Williams en el Gran Premio de Rusia hasta que la mecánica del Toro Rosso fallase a mitad de carrera. Aunque la escudería no ha conseguido todos los puntos que esperaba (llevar el motor Ferrari de 2015 le puede afectar en la carrera de desarrollo en la segunda mitad de temporada), el rendimiento tanto de Verstappen como de Carlos Sainz no ha decepcionado.
Por otro lado, la fogosidad e ímpetu del holandés también necesita ser domada, sobre todo tras su comportamiento en la pista y a través de la radio en las últimas carreras. Con más o menos razón, la agresividad de su pilotaje se ha transmitido a sus palabras, en más de una ocasión contra el propio Sainz (como en Singapur 2015 o en Australia hace apenas dos meses).
Kvyat, por su parte, ha mostrado una temporada de altibajos: por un lado le ha dado el primer podio de la temporada a Red Bull (en China), además de pelear contra todo un tetracampeón mundial como es Sebastian Vettel. No obstante, ya son dos carreras consecutivas en las que ambos hombres se han enfrentado, siendo notorio los dos golpes que le dio el ruso al alemán al comienzo de su carrera de casa y que arruinó la carrera de Vettel, la suya propia y la de Ricciardo (golpeado por efecto dominó, dañando el fondo de la parte trasera).
De este modo, Verstappen consigue escalar antes que Sainz al primer equipo, haciéndolo además enfrente de la afición del madrileño. Kvyat vuelve a la escudería con la que debutó en la categoría máxima, teniendo como compañero de equipo a una de las grandes revelaciones de la pasada temporada – en ambos casos han de acostumbrarse a otra maquinaria, pues además de las características propias de cada monoplaza Red Bull monta motores Renault (renombrados como Tag Heuer) y Toro Rosso los propulsores Ferrari de 2015.
