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Las 500 Millas de Indianápolis también se han sumado a la gran ristra de pruebas aplazadas ante el confinamiento, el estado de alerta general frente a la propagación del coronavirus. La prueba que iba a tener lugar en su fecha habitual en mayo se aplaza hasta el 23 de agosto.
Indianápolis es una de las tres joyas de la corona del automovilismo a nivel mundial, junto al Gran Premio de Mónaco y las 24 Horas de Le Mans. En cierto sentido es la menos afectada dado que Le Mans no se podrá celebrar hasta el mes de septiembre, siendo la prueba final del Mundial de Resistencia 2020 – y el final de la era LMP. Mónaco, en cambio, se ha cancelado a nivel oficial dado que no será posible celebrarlo fuera de la fecha habitual por cuestiones logísticas, teniendo en cuenta que el gran premio paraliza el principado durante varias semanas al vallarse algunas de las arterias principales para el histórico trazado urbano.
Antes de las 500 Millas, la IndyCar disputará el Gran Premio de Indianápolis el día 4 de julio – un día importante en Estados Unidos ya que marca el día de la independencia para el país. Este evento se disputa en el circuito rutero de Indianápolis, no el óvalo: dicho de otro modo, el que utilizó años atrás la Fórmula 1.
Las sesiones de prácticas tendrán lugar durante los días 12 y 13 de agosto mientras que la sesión de clasificación se celebrará entre el 15 y 16 de agosto, una semana antes de la gran carrera. Esta será la edición número 104 del evento, todo un clásico del automovilismo a nivel mundial.