El nuevo reglamento de MotoGP presentado en el GP de Francia para 2027 ha abierto muchas dudas sobre el futuro de la categoría. A las restricciones de motor y aerodinámica se suma la posible entrada de BMW como fabricante para dicha temporada. Muchos también pensaban que este año podría ser una oportunidad para limitar el número de motos con las que puede contar un constructor.
Actualmente la parrilla de MotoGP la conforman 11 equipos, cinco equipos de fábrica y seis equipos independientes. De los seis equipos independientes, la mitad utilizan motos Ducati, las más dominantes del momento, convirtiendo la competición por momentos en una especie de ‘Copa Ducati’.
Sobre esta saturación de motos de Borgo Panigale ya se han quejado otras fábricas como Aprilia o Yamaha. Actualmente los japoneses son los únicos que solo disponen de dos motos en pista tras la marcha de RNF a Aprilia en 2023. Se ha especulado y mucho con la posibilidad de que uno de los equipos Ducati pase a montar motos de Iwata para 2025, aunque aún no hay nada confirmado.
Desde Ducati siempre han defendido que si surten a tres equipos independientes es porque su producto es bueno y económicamente pueden soportarlo. Esta afirmación también cuenta con el respaldo de Dorna, que no le ha puesto ningún impedimento hasta ahora ni piensa hacerlo para 2027.
Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna Sports, comentaba lo siguiente: “Lo cierto es que tenemos un reglamento y, si un fabricante tiene más equipos satélites, es porque ha ofrecido mejores oportunidades comerciales a las escuderías. Hoy, con cinco constructores y seis equipos independientes, estamos en un periodo muy bueno comercialmente. Para mí, para la viabilidad económica del campeonato, el sistema que tenemos con seis equipos independientes con voz y voto es muy bueno”.