El actual campeón del mundo de MotoGP, de 25 años, ya admitió abiertamente en los test que se llevaron a cabo en Buriram, hace 10 días, estar en contacto con los ejecutivos de la marca del ala dorada para tratar el asunto de la prolongación de su contrato.
“Ya hemos empezado a hablar con Honda, y si lo podemos cerrar antes mejor que tarde porque así me podré concentrar solo en pilotar”, decía el último día de pruebas en Tailandia, de donde se fue muy satisfecho por el nivel de competitividad tanto suyo como de la moto.
Esta es la primera operación relevante que Honda lleva a cabo desde la incorporación como director de Alberto Puig y como relevo de Livio Suppo, que dejó el cargo en noviembre.
La que arrancará el próximo 18 de marzo en Qatar será la quinta temporada de Márquez en la categoría de las motos pesadas, en la que acumula cuatro títulos (2013, 2014, 2016 y 2017) de cinco posibles, siempre como piloto de la marca del ala dorada.
Aunque las cifras del nuevo contrato no han trascendido, el acuerdo anterior ascendía a unos 10 millones de euros anuales, una cantidad que ahora se equiparará a la que ingresa el corredor mejor pagado de la parrilla, Jorge Lorenzo, que percibe algo más de 12 millones.
Tras la renovación de Maverick Viñales y esta de Márquez, se espera que vayan cayendo las de Valentino Rossi por Yamaha, que seguramente firmará por un año con opción a otro, y las de Jorge Lorenzo y Andrea Dovizioso, en su caso por Ducati.
Más dudas hay en aquello relativo a la renovación de Dani Pedrosa, por más que el catalán se muestra relativamente tranquilo en ese sentido.
