Tras recalar en el equipo Pramac, el australiano se mostró rápido y consistente en los tres días de ensayos que se llevaron a cabo hace menos de dos semanas en Malasia. Sobre su rendimiento en Malasia, Miller reconoce que tiene más control con la Ducati del que nunca tuvo con la Honda.
“La mayor diferencia es que con esta moto noto que tengo mucho más el control que con la Honda, con la que me sentía pilotando en el filo de la navaja la mayor parte del tiempo”, comenta el piloto de Townsville en el sitio de Red Bull.
“Los dos últimos años, con la Honda, notaba que apenas me quedaba margen para jugar y maniobrar con ella para tratar de arañar esas últimas décimas, pero con esta moto puedo controlarlo más. Con la Ducati no tengo que ir como un loco ni jugármela para que el tiempo salga, y eso es muy positivo”, añade Miller.
Sobre los objetivos que se ha marcado con vistas a la temporada que arrancará el próximo 18 de marzo en Qatar, el corredor aussie pretende romper la barrera de los 100 puntos -el año pasado acumuló 82-.
“Este año no hay excusas que valgan. Es mi cuarto curso en MotoGP y en la parrilla hay mucha gente que termina contrato al final de año, yo incluido. Así que eso es motivo suficiente como para hacerlo bien”, reflexiona Miller.
“He comenzado bien y la adaptación a la moto no podría haber sido más suave, así que por el momento todo va bien. El año pasado me propuse terminar entre los diez primeros y no lo conseguí –concluyó el 11º–. Me rompí la pierna y me perdí una carrera (Japón), y en otras tampoco estuve al 100%. Así que no lesionarse es una meta y llegar a los 100 puntos, otra”, zanja el #43.
