Como ocurre en cada invierno, las marcas aprovechan el parón de competición para agitar el mercado de pilotos y dar forma a sus planteles de pilotos. La última en mover ficha es Aston Martin, que a partir de 2020 tendrá a Charlie Eastwood en su nómina de pilotos oficiales. Tal y como ha confesado el piloto, el contrado tendrá una duración de varios años.
El joven norirlandés da el salto a piloto de fábrica tras dos años como piloto junior, en los que ha logrado muy buenos resultados en las citas de resistencia del renombrado World Challenge Europe (ganó este año las 24 horas de Spa en la clase Pro-Am) o el Mundial de Resistencia dentro de la clase GTE-Am con TF Sport, uno de los equipos pata negra de Aston Martin. En su palmarés también destaca el campeonato británico de la Porsche Carrera Cup en 2017.
"Durante toda mi vida ha sido un objetivo pilotar para Aston Martin Racing. Desde que me uní a TF Sport para la temporada WEC 2018-19, he estado trabajando mucho para mostrar lo que puedo hacer dentro y fuera de la pista. Esto ha resultado en victorias y podios para el equipo. Estoy encantado de firmar un contrato de fábrica con Aston Martin Racing, que me ha apoyado durante toda mi carrera en resistencia, y estoy muy emocionado de que hayan demostrado tanta fe en mí, que, por supuesto, tengo la intención de demostrarlo con resultados en la pista”, ha comentado un ilusionado Eastwood.
Veremos si esta promoción se traduce en un asiento con el resto de pilotos profesionales o lo vamos a seguir viendo con pilotos amateur en los distintos campeonatos de GT, al igual que han comenzado a hacer este año Darren Turner y Ross Gunn.