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Honda y Citroën han demostrado ser, desde la primera carrera en Paul Ricard, los equipos que disputarán el título del Campeonato Mundial de Turismos en 2016. Las dos marcas escuderías partían de una base más sólida que Lada y Volvo (además de los equipos que llevan de manera privada los Chevrolet Cruze RML), abarcando los dos podios del circuito de Le Castellet después de mejorar de manera significante los tiempos de 2015.
Por un lado, los reinantes campeones han trabajado en el área de la suspensión, con diferentes geometrías que les permite llevar más al límite el todopoderoso C-Elysée. Tal ha sido la mejora que, pese a sufrir una penalización de ochenta kilogramos (situados en el hueco del copiloto), José María ‘Pechito’ López batió el record de la pista marcado por Sébastien Loeb en la temporada anterior.
El motor no ha recibido tantos cambios como la suspensión, aunque ya en 2015 la fuerza del 1.6 y sus 380 caballos (según cifras oficiales) permitían a Pechito, Loeb e Yvan Müller volar en las rectas. En este año no está Loeb al volante, pero en su propio equipo Mehdi Bennani ya ha conseguido un podio en la Opening Race de Paul Ricard – Sébastien Loeb Racing también cuenta con Tom Chilton y Grégoire Demoustier en sus filas.
Por su parte, Honda ha completado una gran cantidad de kilómetros en invierno sumando los esfuerzos de Tiago Monteiro, Rob Huff y Norbert Michelisz, quien ya ayudó años atrás con el desarrollo del coche. Huff logró la victoria en la Opening Race con Michelisz tercero, mientras que Monteiro y Michelisz secundaron a Pechito en la Main Race.
Según aseguraba el propio Michelisz tras la Opening Race en la rueda de prensa, Honda ha mejorado el propulsor del Civic WTCC para que su trío de ases pueda atacar más a menudo al final de las rectas. El resultado se vio cuando Monteiro era capaz de atacar a Müller (momento que acabó en colisión y Monteiro y Michelisz adelantando al tetracampeón mundial) y después a Pechito una vez este se quedó sin neumáticos, aunque el argentino logró aguantar al portugués para conseguir la victoria.
El piloto húngaro comentó también que el equipo había modificado las suspensiones al igual que sus rivales franceses, además de haber hecho algunos retoques en el área del chasis. El Civic WTCC recibirá más actualizaciones y mejoras conforme vaya avanzando la temporada, pues no puede confiar siempre en diferencias de peso que imponga la normativa del certamen.
Tanto las mejoras en el motor como en las suspensiones han derivado en unos tiempos por vuelta más bajos, pero también en un mayor desgaste de los neumáticos (sobre todo delanteros, al ser tracción delantera). Al final de la Opening Race Huff se veía sin gomas, mientras que Pechito – con el agravante de los ochenta kilogramos extra – llegó a estar las siete últimas vueltas de la Main Race con las gomas gastadas, aguantando como podía a Monteiro. Pese a ello, Pechito no valoraba el factor del desgaste como algo más preocupante que en 2014 o 2015.
El resto de los equipos se ven obligados a mejorar si quieren al menos opción a podios: Lada ha avanzado este invierno, pero los Vesta WTCC de Nicky Catsburg, Gabriele Tarquini y Hugo Valente aún están un paso por detrás, al igual que los Volvo S60 Polestar WTCC. Los Chevrolet privados, a su vez, se ven obligados casi a luchar entre ellos y correr a la defensiva en caso de que ostenten alguna posición alta, como le ocurrió a Tom Coronel durante las dos carreras en Paul Ricard – pues el desarrollo del coche no permite más.
