Está más que prohibido cruzar el coche a posta durante las vueltas turísticas en Nürburgring, pero a Fredrik Sorlie parece no haberle importado demasiado. Porque este noruego con más gasolina que sangre en sus venas, no solo ha hecho alguna derrapada, sino que se ha pegado una auténtica sesión de drift.
Aunque se gana la vida como diseñador web, Sorlie ha competido en diferentes categorías automovilísticas y desde luego, se ve que tiene manos. Porque rodar por el circuito alemán a buen ritmo no es tarea fácil, y mucho menos hacerlo de lado.
El vídeo solo cuenta con imágenes tomadas desde el interior del coche, pero dan buena cuenta de sus maniobras, que vistas desde fuera deben ser también un verdadero espectáculo. Y eso que su montura es un ‘discreto’ Toyota Cressida de 4 puertas con casi cuatro décadas a sus espaldas, aunque con alguna que otra modificación.