Análisis Miguel Molina Norisring

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La cuarta carrera DTM tenía lugar este fin de semana en el circuito urbano de Norisring, una de las citas más especiales y difíciles del DTM. Para Audi esta, era una prueba muy significativa y para Miguel Molina uno de los mayores retos de la temporada.

Tras su excelente segundo lugar en Hungría, Miguel Molina estaba pletórico de moral y sobre todo convencido de que el método de trabajo que ha desarrollado con los miembros del equipo ABT es el correcto. Así, su Audi RS5 DTM  es tremendamente competitivo lo que le permite luchar por la Pole y por las posiciones de pódium, aunque reconocía las dificultades del trazado: “Es una carrera muy especial para nosotros, en el pasado no conseguí buenos resultados pero tengo a Mattias Ekström a mi lado, que es un auténtico experto en este circuito. Espero que esto me permita seguir en la senda de buenos resultados iniciada en el Hungaroring”.

Ya desde los primeros entrenamientos libres se vio que no es un circuito en el que se encuentre cómodo.  Paró el mejor crono de las 39 vueltas en 48,870 sg., en la segunda sesión de libres, se clasificó en 15ª posición, con una mejor vuelta de 48,625 sg, de los 43 giros que realizó al circuito urbano de Nuremberg.

En los entrenos calificatorios, pasó relativamente bien la primera fase (Q1) con el 12º mejor crono, 48.303 sg., pero en la Q2, no puedo rebajar el tiempo marcado en la anterior fase, parando el cronometro en 48,434 sg, en la mejor de las 14 vueltas realizadas, siendo el 18 clasificado y no pudiendo pasar a la definitiva Q3.

Al bajar de su Audi RS 5 DTM, nos comentaba Miguel: “Como siempre ha sido una calificación difícil. Nuestro ritmo no ha sido bueno. Para mañana parece que la carrera será sobre mojado, así que espero tener mis opciones.”

Como presagiaban las predicciones meteorológicas el domingo, minutos antes de la carrera callo un gran chaparrón,  dándose la salida detrás del safety car. La estrategia de Abt y Miguel, fue bastante arriesgada (que fácil es decirlo después….), ellos entraron en la vuelta seis a cambiar neumáticos, y así, haber hecho la parada obligatoria, pensando en que saldría el safety-car en algún momento de carrera, y dos, que no se secase el circuito y acabar con el neumático de lluvia toda la carrera. Pero esta vez la estrategia salió mal, y el bueno de Miguel estuvo perdido por el final de la clasificación, lejos de los 10 primeros para al menos poder puntuar. Pasama mitad de carrera Miguel tuvo un toque con un muro, y al final cuando faltaban once vueltas su equipo y él decidieron abandonar.

Al bajarse de su Audi RS 5 DTM, Molina comentaba: “Bueno, no ha sido una carrera muy buena. Hemos decidido hacer una estrategia bastante arriesgada, esperando un safety-car que nunca ha salido, así que nuestras opciones de poder puntuar se han ido al traste. Hay que sacar el lado positivo, no estoy contento de mi actuación pero de todo se aprende y seguro que me servirá para futuras carreras.”
 

Miguel, tiene que dejar atrás este pequeño bache que ha sido la carrera en Norisring, y llegar a Moscú en dos semanas igual que lo estaba haciendo en las tres primeras carreras del DTM, va sexto en el campeonato de pilotos, con todas las opciones intactas, y él y su compañero de equipo Mattias Ekstrom, lideran el campeonato por equipos.