Desde antes de la salida se sucedieron los cambios en parrilla. El hombre de la pole, Daniel Abt, Maro Engel y Jérôme d’Ambrosio penalizaron y se vieron relegados a la parte trasera. En el caso de Maro Engel la sanción fue más leve y pudo partir desde la duodécima plaza por cambiar la caja de cambios. Pero Daniel Abt y Jérôme d’Ambrosio tuvieron peor suerte y se vieron forzados a salir desde el final de la parrilla, tras haberse descubierto irregularidades en las presiones de sus neumáticos. Todo esto dejó a Oliver Turvey con la primera plaza en parrilla, seguido de “Pechito” López y Jean-Éric Vergne.
La salida transcurrió sin mayores incidentes, hasta que se sucedieron los toques en la zona media. Stéphane Sarrazin impactó contra la parte trasera del ABT de Lucas di Grassi y el resto de piezas resultantes obligó al coche de seguridad a salir a pista. El equipo ABT estuvo bastante hábil en ese momento, al ser capaz de cambiar el alerón trasero del brasileño con el tiempo suficiente para no quedarse con vuelta perdida. Con la bandera verde de nuevo ondeándose la pelea se centró entre los dos primeros.
Pese al trenecito existente, el más insistente en el ataque era “Pechito” López sobre el líder, Oliver Turvey. Lamentablemente para el inglés, la batalla terminaría pronto, puesto que su coche diría basta y sus aspiraciones a ganar la carrera se esfumarían al mismo tiempo. Con el coche de seguridad de nuevo en pista, Lucas di Grassi y Jérôme d’Ambrosio aprovecharon para parar tempranamente y optar por una estrategia alternativa a la par que arriesgada. Pocas vueltas después de relanzarse la carrera, el resto de la parrilla comenzó a realizar sus paradas. El guion cambió entonces radicalmente. Lucas di Grassi y Jérôme d’Ambrosio tomaron la delantera tras aprovechar la estrategia.
Por detrás, “Pechito” López y Jean-Éric Vergne peleaban por la tercera plaza a la vez que alcanzaban al piloto de Dragon Racing. La pugna fue de alto voltaje, ya que el belga hacía de tapón y finalmente la presión pudo con José María López, que trompeo en la primera curva al intentar pasarlo por fuera. La sorpresa en ese momento fue que el líder del mundial Sébastien Buemi trompeó justo después y en el mismo lugar, tirando por tierra todas las opciones de salvar algunos puntos. La tentativa por la segunda plaza pasó entonces a manos de Jean-Éric Vergne y Sam Bird, que contaban con la tímida presión de un trenecito liderado por los dos Mahindra.
Jérôme d’Ambrosio apenas podía defenderse al tener que rodar bajo mínimos para conseguir llegar a meta. Se convirtió en una chicane móvil que acabó desatando el caos. En un intento a la desesperada de Sam Bird por pasar a Jean-Éric Vergne, el inglés perdió la trazada ideal, provocando que Nick Heidfeld le tocara y mandara al lado sucio a su compañero Felix Rosenqvist. El sueco perdió varias plazas hasta caer a la octava posición. Pero lo peor estaba aún por llegar. Un error de Jérôme d’Ambrosio le hizo perder finalmente la segunda plaza y empaquetar aún más el trenecito. Las distancias eran mínimas llegando a la zona del estadio y esto hizo que Nico Prost tocara a Nick Heidfeld y que, tras el trompo de éste, Felix Rosenqvist no pudiera evitar el impactar contra su compañero de equipo.
Con el caos vertido en pista y la bandera amarilla instaurada, la última vuelta se completó sin mayores problemas. Lucas di Grassi logró la épica y entró en meta con solo un 1% restante de batería para ganar la carrera. El brasileño no tardó en mostrar su euforia, ya que la carrera para él había comenzado totalmente cuesta arriba y el inminente aumento de la sangría de puntos con respecto a Sébastien Buemi pasó a ponerse a su favor, colocándose a tan solo cinco puntos del suizo. Jean-Éric Vergne y Sam Bird completaron el podio en una carrera donde las otras sorpresas fueron los dos Jaguar de Mitch Evans y Adam Carroll, que puntuaron al fin; y Esteban Gutiérrez, que gracias al caos final logró acabar en la zona de puntos y maquillar así su mediocre primera carrera.