Las dos peores carreras del año – al menos sobre el papel – ya forman parte del pasado para McLaren y Alonso. Spa y Monza fueron dos duros escollos que no pasaron con nota pues en ambos casos el casillero se mantuvo a 0 y además con sendas retiradas. Pero ahora el optimismo se ha instalado en el box del español, pues espera poder tener un final de temporada positivo.
Todo ello llega cuando se espera el anuncio entre McLaren y Renault de cara a los próximos días. Operación que incluiría el movimiento de Carlos Sáinz a la escuadra de Enstone como sustituto de Jolyon Palmer. Aun así, Alonso hace balance positivo del calvario que supuso el final de la gira europea: “Sabíamos que las carreras de Bélgica e Italia serían difíciles para nosotros, aun así 3 de 4 abandonos posibles fue decepcionante. Tuvimos un ritmo superior del esperado, aunque no pudiéramos convertirlo en puntos.”
Pero ahora la F1 se desplaza hasta las calles de Singapur, donde Alonso sabe que pueden conseguir unos buenos puntos: “Dejamos atrás la parte europea del calendario y empezamos los vuelos de larga distancia, lo cual indica el capítulo final de la temporada. Singapur es un gran lugar por el que comenzar ya que es uno de los circuitos donde mejor se adapta nuestro coche, y nos da una oportunidad real de conseguir un resultado positivo.”
“Singapur es como el Mónaco de Oriente. Es un circuito callejero, glamuroso, justo en el centro de la ciudad y el ambiente es increíble. Es difícil, con mucho calor y humedad, duro para los pilotos y los coches. Sin embargo, es muy divertido: Lleno de baches, estrecho y supone un reto que motiva mucho cuando lo haces bien”, destaca el español del desafío que va a suponer el GP nocturno de Singapur.
“Necesitas un coche con buena tracción en las curvas más lentas y alta carga aerodinámica, así que definitivamente tenemos más oportunidades allí. Solo debemos asegurarnos de que también somos fiables”, analiza el de McLaren destacando el gran temor, pues lo que podría ser un gran fin de semana podría convertirse en la continuación de la pesadilla si la mecánica no acompaña.