No había dudas, pero en un circuito como el de Montmeló el cambio de tónica de Pirelli se ha hecho efectivo. La marca milanesa ha dado un giro de 180º en su planteamiento y las gomas de esta temporada lucen sumamente más duras que las de 2013 -cuando presentaron mil y un problemas.
Los de Paul Hembery ya pronosticaron en la tarde del sábado que ir a dos paradas sería posible pero dejaron abierta la alternativa de tres. Salvo Sebastian Vettel y Fernando Alonso, nadie de los que se emplazaron en el Top 10 final en la tarde de ayer, eligió la estrategia más larga. De hecho, hasta Fernando podría haber alargado su última parada si hubiera querido pero él y Ferrari decidieron cubrir el movimiento de Vettel. En vano
“Hemos visto algunas peleas muy emocionantes entre los diez primeros en las últimas fases de la carrera, a pesar de que muchos de los pilotos habían optado por estrategias muy distintas. Esto subraya la importancia de la estrategia en todas las carreras de este año, pues no solo el número de paradas sino también el orden en que se utilizan los neumáticos resultan decisivos”, comentaba Hembery tras la carrera de ayer. “Tras la lluvia durante la noche, las temperaturas ambientales y de pista eran más frescas hoy, y eso redujo la diferencia de tiempo entre los compuestos duro y medio, añadiendo un factor más en la ecuación. Aunque Barcelona es uno de los circuitos más exigentes del año, el desgaste y la degradación se han mantenido totalmente bajo control, como demuestra el hecho de que la mayoría de pilotos realizaron solo dos pit stops. La consecuencia del duro trabajo de todo nuestro equipo en Milán e Izmit desde el año pasado, así que muchas gracias a todos ellos”.