Red Bull no pasa por su mejor momento. La marca de bebidas energéticas aparecía en todas las apuestas de pretemporada como la alternativa definitiva para desbancar por fin a Mercedes. Sin embargo, la realidad para los austríacos fue muy distinta y se encontraron con un coche en el que los problemas de fiabilidad persisten y que se ha visto incapaz no solo de superar a Mercedes, sino de seguir aventajando a Ferrari.
Este drama se trasladó también al rendimiento de sus pilotos, los cuales realizaron un inicio de temporada discreto, dadas las circunstancias. Sin embargo, como ya venía siendo habitual, Max Verstappen continuaba dejando sus destellos de talento. El holandés ha dejado buenas actuaciones a lo largo de la temporada, incluyendo un podio en China (acompañado del galardón del “Driver of the Day”) y su cuarto puesto este fin de semana en Silverstone, tras aguantar ferozmente las ofensivas de Sebastian Vettel.
Ante esta situación, Daniel Ricciardo intentó dejarse ver a su manera. El australiano no ha contado con los mismos problemas de fiabilidad que su compañero (Max Verstappen ha abandonado en cinco carreras, mientras que Daniel Ricciardo solo lo ha hecho en dos), pero aún así se ha visto superado en ciertos momentos por el holandés. A pesar de sus abandonos, en carreras como Bahréin, Canadá o Azerbaiyán; Max Verstappen dejó actuaciones notables en el inicio. Por detrás se ubicaba Daniel Ricciardo, el cual era un tanto cuestionado por su rendimiento al lado del holandés.
Sin embargo, en Silverstone Daniel Ricciardo se reafirmó. Desde el GP de España parece que algo cambió en su cabeza y eso, sumado a la suerte, hizo que el australiano comenzara una de sus mejores rachas en la Fórmula 1. Tres terceros puestos seguidos, una victoria en el caótico GP de Azerbaiyán, otro tercer puesto en Austria y su quinto en Silverstone; le han valido para callar las fervientes críticas que se cernían sobre él y para auparse al cuarto puesto en la clasificación general.
Y a pesar de su rotunda y suertuda victoria en Bakú y esos cuatro terceros puestos, su actuación más destacable tuvo lugar este fin de semana en Silverstone. El GP de Gran Bretaña ha sido más duro de lo que parece para Red Bull. Esperaban un mejor ritmo, aunque el mostrado tampoco fue del todo malo y además contaron de nuevo con problemas de fiabilidad y un desgaste preocupante en los neumáticos, pero con mejor desenlace que en los de Ferrari.
Para Daniel Ricciardo fue relativamente parecido. De la cima en la clasificación al colocarse en los momentos iniciales de la Q1 en primera posición, bajó a los infiernos tras quedarse tirado por problemas en su coche. Los problemas conllevaron sanción y todo esto obligó al australiano a partir desde la penúltima plaza. Pero “the honey badger” no se achantó y realizó su carrera sin presiones. Una buena arrancada le ayudó a ganar posiciones, pero estas se esfumaron cuando un error le hizo salirse de la pista en la curva siete.
Lejos de venirse abajo, el australiano aprovechó su ritmo y talento para ir subiendo posiciones. Adelantamiento a adelantamiento y aprovechando las estrategias, el “aussie” llegó hasta la séptima plaza teniendo al Renault con problemas de Nico Hülkenberg a tiro. El australiano logró superar al alemán en los instantes finales y su suerte apareció de nuevo con el descalabro de los neumáticos de Ferrari, haciendo que Daniel Ricciardo ganará también la posición de Sebastian Vettel y se colocará así quinto.
Un resultado mucho más modesto que los demás, pero mayormente trabajado. Una remontada remarcable que los aficionados supieron valorar, incluso por encima de la aplastante victoria de Lewis Hamilton, otorgándole el galardón de “Driver of the Day”. Un reconocimiento merecido para el australiano y que corrobora la reconfirmación de Daniel Ricciardo como el talentoso piloto que ha sido y sigue siendo.