McLaren comenzó a plantearse la separación con su suministrador de motores Honda ya en los test de pretemporada de Fórmula 1, celebrados en el Circuit de Catalunya durante el mes de febrero. En ese momento ya se había evidenciado hasta donde habían fracasado los ingenieros de la firma nipona.
Las dos partes querían recrear los éxitos del pasado, cuando lograron hasta cuatro títulos seguidos entre 1988 y 1991 con Ayrton Senna y Alain Prost. No obstante, Fernando Alonso, Jenson Button y Stoffel Vandoorne han recibido los peores motores de la parrilla con diferencia, no teniendo ninguna oportunidad real de pelear por los puestos que deberían tener pese a que los chasis de la marca británica eran en sí capaces de estar al ritmo de Mercedes, Ferrari o Red Bull.
“El momento crucial fue tras los test en Barcelona, cuando tratamos de ayudar a Honda para mejorar la situación a corto plazo, incluso hablando con ingenieros de otros fabricantes, y sin entrar en detalles era evidente que no iban a alcanzar los objetivos acordados. En verano sabíamos que había que tomar una decisión, quedarnos o no. No puedo decir fechas pero había varios objetivos sin cumplir en el verano”, aseguró Boullier según el medio Motorsport.com.
“La historia para ellos y para nosotros era la de recrear el legado del pasado. En papel todo iba bien, pero en la práctica no se hacía bien, obviamente. Estoy contento de que hayan decidido quedarse en la Fórmula 1 y comprometerse con otro equipo (Toro Rosso). Personalmente me da pena que no funcionase, pero han sido unos tres años muy intensos”, añadió.