Este fin de semana fue totalmente contrario de lo que se esperaba de Red Bull. Después de su doblete en Malasia, la escudería austriaca confiaba que serían mucho más competitivos sobre el trazado japonés, sin embargo no fue así, ni en los entrenamientos, ni en clasificación.
Después de la clasificación, Max Verstappen y Daniel Ricciardo partirían desde la tercera fila de la parrilla por detrás de Mercedes y de Ferrari. Pero con las penalizaciones sobre Vettel (3 puestos por incidente con Rosberg en Sepang) y sobre Räikkönen (sustitución de la caja de cambios), los toros saldrían desde la segunda línea.
En cuanto a la carrera, Ricciardo no tuvo una buena actuación, pero su compañero sí. Verstappen logró aprovecharse de la salida de Hamilton y se colocó segundo durante toda la sesión, aunque al final pudo haber peligrado esa posición ya que el W07 de Lewis era más veloz que RB12.
Verstappen se defendió con inteligencia de los ataques del Mercedes que no tenía en mente dejarle pasar en nignún momento. Por otro lado, se mostró satisfecho con el resultado y por quedar por delante de Ferrari en un Gran Premio que no fueron tan competitivos como los de Maranello.
"Estaba claro que no iba a dejarle que me adelantara. Lewis era un segundo y medio más rápido pero en cuanto llegó a mí, se estancó. Afortunadamente me las arreglé para dejarlo atrás. Pero estoy muy contento, mi objetivo es seguir mejorando y mantenernos por delante de Ferrari que en este fin de semana fueron muy bien, tuvieron la oportunidad de quedar por delante de nosotros, pero con las penalizaciones no pudieron", concluyó el piloto holandés que consiguió el sexto podio de la temporada.