La F1 ha vuelto a la pista. A diferencia de hace un par de semanas, el Gran Circo abandona la F1 para irse del vertiginoso Circuito de Monza para rodar en las sinuosas calles de Singapur, donde prima el paso por curva y la aerodinámica, en vez de la potencia del motor y las bajas cargas aerodinámicas. Ese hecho lo ha aprovechado Red Bull para colocar sus dos coches al frente de la clasificación, donde se espera que ambos coches estén en la lucha al final del fin de semana.
También ha sido el día para Antonio Giovinazzi y Sean Gelael. El italiano se ha subido al Haas de Kevin Magnussen después de que no pudiera hacerlo en Monza como inicialmente estaba previsto y su homólogo indonesio lo ha hecho en el Toro Rosso de Carlos Sainz. Ambos han hecho un buen papel en una sesión que probablemente sea poco importante, ya que las condiciones de la clasificación y la carrera van a ser muy distintas.
Varios han sido los equipos que han traído mejores en sus monoplazas e incluso se han visto pruebas con parafina para comprobar que dichas mejoras, en su mayoría aerodinámicas están dando los resultados esperados en la pista. Red Bull, Mercedes, Force India o Williams son algunos de los casos de dichas implementaciones. Será pues esta tarde cuando veamos resultados más útiles en cuanto a tiempos y ritmos con el depósito de combustible cargado a tope.
Por lo que ha quedado claro es que Red Bull ha mostrado sus intenciones. Han sido rápidos y han dejado claro el mensaje de que quieren la victoria. Por tanto, Mercedes y Ferrari van a necesitar ir con especial cuidado si no quieren que los toros rojos de Ricciardo y Verstappen les arañen puntos en su lucha por el Campeonato. McLaren por su parte, está disfrutando más que en las dos últimas carreras, siendo bastante más competitivos a pesar de que Alonso ya ha tenidos sus primeros problemas de potencia.