Si el año que viene la polémica estuvo servida entre Red Bull y Renault, que acabó con un rebautizado motor TAG-Heuer y con la vuelta de Ferrari a Toro Rosso, este año la situación está más calmada, y ambas marcas se han reconciliado.
Y esa reconciliación se ha visto plasmada en la renovación del contrato de suministro de motores de Renault a Red Bull las dos próximas campañas, y la vuelta del motor francés a Toro Rosso. El buen rendimiento del motor Renault en el Red Bull, que les ha permitido volver a pelear de tú a tú con Mercedes ha sido clave en este acuerdo.
Veremos si Red Bull acierta con esta decisión, o la batalla volverá a la casa de los de Milton Keynes.