Sonrisas y lágrimas en Melbourne

Nueva temporada y misma situación que en la anterior. Mercedes sigue dominando la categoría con un amplio margen sobre sus rivales. Lewis Hamilton se mostró intratable durante toda la prueba, incluso cuando un amenazante Nico Rosberg se acercó al vigente campeón del mundo en las últimas vueltas. El británico mantuvo la compostura y se llevó el Gran Premio sin dar ninguna oportunidad a su compañero de equipo.

Aunque la carrera estaba muy estática en las dos primeras posiciones, el resto de la parrilla fue todo un baile de posiciones. Williams y Ferrari luchaban por ser los mejores entre los demás participantes, llevándose la Scuderia los honores en esta ocasión. El equipo italiano ha dado un paso adelante con respecto a la temporada anterior y se colocan como los líderes de la oposición a Mercedes. Merecido podio de Sebastian Vettel y buena carrera de Kimi Raikkonen, aunque este sufriera un problema en  boxes que le obligó a abandonar la carrera a falta de nueve giros.

A pesar de que Williams viera reducida su presencia debido a la lesión del Valtteri Bottas, Felipe Massa aguantó el tipo y finalizó en una respetable cuarta plaza. No pudo ganar el pulso a Ferrari, pero de nuevo la escudería de Grove demostró que tienen un coche competitivo y que podrán luchar por podios esta temporada.

Sin duda, la sorpresa positiva del día de hoy ha sido Sauber. Tras los problemas judiciales con Giedo van der Garde que persiguieron al equipo durante toda la semana, no había mejor revulsivo que terminar la carrera con 14 puntos en el campeonato de constructores. Sauber supera con creces su resultado de la anterior temporada, y lo hace con una gran actuación de sus pilotos. Felipe Nasr tuvo un impecable estreno en la competición. Con un gran ritmo y sin cometer errores, Nasr finalizó en quinta posición. Por su parte, Marcus Ericsson también sumó sus primeros puntos al terminar en el octavo lugar y protagonizó el mejor adelantamiento de la prueba al superar a Carlos Sainz Jr en los últimos instantes de la carrera. No todos los fines de semana serán igual de buenos para Sauber, pero posiblemente podrán luchar por los puntos de forma regular.

Los dos novatos de Toro Rosso completan una gran actuación de los debutantes en este Gran Premio. Tanto Carlos Sainz como Max Verstappen tuvieron una excelente carrera. Muy buen ritmo de Sainz durante toda la prueba y, a pesar de que un problema en boxes le hizo perder mucho tiempo, pudo finalizar en la novena plaza. Verstappen también fue muy rápido, aunque el desenlace fue totalmente distinto y se vio obligado a retirarse.

Al igual que hubo múltiples sorpresas, también se dejaron ver varias decepciones. Los pilotos de Red Bull sufrieron problemas con la unidad de potencia Renault y no fueron competitivos durante todo el fin de semana. El motorista francés debe tratar de solucionar rápidamente sus problemas si no quieren quedarse por detrás de Mercedes y Ferrari. Por otro lado, los dos pilotos de Lotus se quedaron fuera a las primeras de cambio después de mostrar una gran mejora con respecto al año pasado en los entrenamientos.

La mayor decepción de la carrera fue claramente McLaren-Honda. Kevin Magnussen no pudo ni comenzar la carrera y el ritmo de Jenson Button fue realmente malo. El británico fue adelantado fácilmente cuando sus más directos rivales habían realizado sus paradas y en ningún momento mostró mejoría. Se veía venir este bajo rendimiento tras la pretemporada y, aunque Button logró terminar la carrera, al fabricante japonés y al equipo de Woking les queda mucho por hacer este año.

Por último, mencionar el auténtico fiasco que fue la carrera en cuanto a número de participantes. Sin Manor, la parrilla de salida quedaba reducida a 18 pilotos. Tras la lesión de Valtteri Bottas, el número de clasificados era 17. Antes de comenzar la carrera, de un plumazo había dos bajas más. Finalmente, 11 pilotos fueron los supervivientes de una auténtica carrera de resistencia. Una categoría como la Fórmula 1 no puede permitirse parrillas tan reducidas.