Tras un inicio de temporada que raya la perfección, el Gran Premio de China bajó de la nube a Haas. Gutiérrez finalizó en decimocuarta posición y Grosjean, piloto revelación en lo que llevamos de campeonato, cayó hasta la decimonovena plaza (de la que no se movería) tras un toque con Ericsson en los primeros compases de la carrera. Estos resultados no fueron calificados de forma negativa por el director del equipo estadounidense, Gunther Steiner, sino todo lo contrario ya que, según indicó, "China nos devolvió a la realidad, y creo que esto es positivo. Ahora sabemos dónde estamos. Como siempre he dicho, vamos a estar por esa zona, por la décima posición. Esa es la realidad".
Asimismo, Grosjean tildó la carrera de Shangai de "terrible" y, en sintonía con Steiner, aseguró que los resultados habían "devuelto al equipo a la tierra". No obstante, el piloto francés también supo sacar la parte positiva a su mal resultado explicando que "por lo general, de las situaciones difíciles se aprende. El pasado domingo caímos a lo más bajo, pero la Fórmula 1 es un mundo complicado y hay muchas cosas que suceden al mismo tiempo. Desde el viernes por la mañana no estaba a gusto con el coche y tenemos que analizar el por qué. También probamos algunas cosas pero nunca logramos tener el coche que queríamos".
De igual modo, el piloto galo comentó que "la sustitución del alerón delantero no fue lo suficientemente rápida y la degradación de los neumáticos delanteros fue mala. Por eso, hay muchas cosas de las que tenemos que aprender aún. A pesar de que la carrera fue muy mala, la podremos utilizar de forma positiva para analizar todo lo que pasó desde el viernes por la mañana hasta el final de carrera".