La bomba saltó a primera hora de la mañana. Max Verstappen, hasta entonces piloto de Toro Rosso (filial de Red Bull), dará el salto al primer equipo a partir del Gran Premio de España y pasará a ocupar el asiento de Daniil Kvyat lo que resta de temporada. El piloto ruso, por su parte, competirá las próximas carreras a los mandos del monoplaza con el que ha venido batallando el joven holandés.
"Quiero agradecer a Red Bull y Heltmut Marko la confianza puesta en mí. Voy a tener la oportunidad de aprender mucho del mejor equipo, que es Red Bull Racing. También estoy deseando trabajar con un piloto experto y contrastado como Daniel Ricciardo. Éste es el siguiente paso en mi, relativamente, corta carrera hasta el momento. Es una oportunidad increíble. Junto a Red Bull haremos todo lo posible para prepararme de cara a mis primeras vueltas con el RB12 en Barcelona. No puedo esperar más a que ese momento tan especial llegue", comentó Verstappen.
Una oportunidad de lujo, la que tiene Verstappen, para demostrar el potencial y talento que se le presupone. Aunque hay que destacar que, para un piloto de 18 años como él, la coyuntura le podría venir un poco grande. A final de temporada, o quizás antes, tendrán respuesta todas las incógnitas que, a día de hoy, sobrevuelan la figura del holandés sobre la actuación que cuajara en su nuevo equipo. Hasta entonces, hagan sus pronósticos.