La vida da muchas vueltas, y si no que se lo expliquen al piloto francés Romain Grosjean. Hace 5 años, estuvo a punto de perder la vida en un grave accidente en la primera vuelta del GP de Bahrain en la que fue la última vez que se subió de forma oficial a un coche de F1, y mañana, más de 1800 dias después del suceso, se podrá volver a poner al volante de un Haas para disfrutar y recordar bellos momentos.
El test en que rodará Grosjean se realizará en el circuito de Mugello, en la Toscana italiana, donde se realizará un TPC, un ‘Test of Previous Cars’. El monoplaza elegido para ser pilotado por el francosuizo es el VF-23, el que se usó en la temporada 2023 por parte de su excompañero Kevin Magnussen y el alemán Nico Hülkenberg.
Otra particularidad de la jornada es la de que Ayao Komatsu, actual director del equipo y exingeniero de Romain, volverá a desempeñar sus antiguas funciones para hacerle sentir otra vez como en casa.
Ambos han hablado de forma positiva sobre este TPC y el hecho de volver a juntarse otra vez en ámbito F1.
"Estoy absolutamente encantado de darle la bienvenida a Romain Grosjean de nuevo a un coche de Fórmula 1 por primera vez en cinco años, y especialmente orgulloso de que regrese con uno de nuestros coches: es simplemente lo correcto".
"Romain y yo hemos trabajado juntos a lo largo de toda su carrera en la Fórmula 1, así que esta prueba en Mugello tiene un significado muy especial para ambos".
"Me alegra que haya aceptado la oportunidad de volver al volante con nosotros, en un día que será aún más especial por contar con tantos miembros del equipo original reunidos para presenciarlo".
"Debería ser una jornada divertida y, conociendo a Romain como lo conozco, sé que querrá darlo todo como siempre. No espero menos de él, especialmente porque llevamos mucho tiempo hablando de hacer esto realidad".
A parte de Komatsu, el actual piloto de IMSA y reserva de PREMA en la Indycar también ha destacado cosas positivas.
"Estoy increíblemente agradecido a Gene Haas y a Ayao Komatsu por invitarme a participar en el TPC en Mugello". "Decir que estoy emocionado por volver a subirme a un coche de Fórmula 1 sería, naturalmente, quedarse corto. Realmente no puedo creer que hayan pasado casi cinco años, pero regresar y hacerlo junto a mi antiguo equipo es algo verdaderamente especial" destacaba el de Ginebra.
Para esta ocasión, el piloto rodará con el diseño de casco que iba a lucir en su última carrera en la categoría y que no pudo disputar a consecuencia del accidente en Shakhir, hecho que denota lo especial de la situación y el componente emocional de ello.