El Gran Premio de Australia ha sido otra demostración de que la fiabilidad es la principal fortaleza de Mercedes, sobre todo, cuando pueden aprovechar los fallos de sus rivales. Con el abandono de Carlos Sainz y Max Verstappen, George Russell subió al podio y Hamilton se aseguró la cuarta plaza, dando como resultado que la escudería alemana esté situada segunda en Constructores.
Toto Wolff afirma que sus fábricas siguen funcionando sin parar para que su W13 se convierta en una máquina más competitiva. Eso sí, es consciente de que los resultados no llegarán de la noche a la mañana, aunque siguen esforzándose para recortar ese déficit con Ferrari y Red Bull.
"Sin duda, debemos ser realistas, nos llevará tiempo conseguir los progresos que queremos, pero estamos aprendiendo todo lo que podemos en cada carrera y así encontraremos vías para avanzar. Ahora miramos a Imola y el primer evento al sprint de la temporada. Es un circuito histórico, de la vieja escuela y con un diseño exigente con el que disfrutan los pilotos. La clasificación es importante debido a lo estrecha que es la pista, mientras que su naturaleza radical pone a prueba los coches", concluye Wolff en la previa publicada en la página de Mercedes AMG F1.