La Indycar tiene la particularidad de combinar circuitos convencionales con circuitos ovales, de gran tradición en Estados Unidos. Las carreras óvales son distintas a una carrera en circuito convencional, no solo por la gran velocidad sino por las estrategias tan distintas que se pueden seguir y por los emocionantes finales que acostumbran a tener, donde los adelantamientos son continuos.
Por eso, qué mejor que calentar motores con la próxima disputa de las llamadas Firestone 600, donde los pilotos tratarán de completar los casi 600 kilómetros o 360 millas, 248 vueltas, a la mayor velocidad posible, reviviendo la pasada edición de las 500 millas de Indianápolis, con los comentarios en castellano de Agulla y Pombo, dos verdaderos especialistas capaces de explicar todos los entresijos de la competición.