Lideró la primera sesión del viernes, superando ligeramente a Lewis Hamilton, y no se ha quedado ahí. Nico Rosberg parece determinado a repetir la filosofía de trabajo que le llevó al triunfo en tierras austríacas y ha liderado también la sesión vespertina, con una ventaja más a tener en cuenta con respecto a Hamilton.
El alemán, también hay que decirlo, fue el más activo en la búsqueda de vueltas rápidas. No es de extrañar, por tanto, que su 1:34.1 superase en 3 décimas los tiempos de los Ferrari. Tanto Kimi Räikkönen como Sebastian Vettel (de nuevo el finlandés por delante del alemán) completaron buenos cronos, aunque su planning fue distinto.
Räikkönen se centró en el uso del compuesto duro, mientras que Vettel montó hasta en 5 ocasiones el medio, al igual que Rosberg. La diferencia entre ambos es mínima, 2 centésimas, aunque lograron superar a Hamilton.
En ésta ocasión, fue Red Bull, y no Toro Rosso, la que escoltó a los 2 gigantes. Daniil Kvyat y Daniel Ricciardo completaron giros en el rango del 1:35 bajos, con el ruso superando al australiano en una décima. Los Toro Rosso estuvieron más en la línea de lo visto ésta temporada, con Max Verstappen 7º a 2 décimas de Ricciardo y Carlos Sainz 9º.
McLaren, por su parte, elevó el listón de lo visto en los primeros libres y al menos alcanzó a los Sauber, con Fernando Alonso en 15º lugar y Jenson Button en el 17º. No sería una tarde del todo tranquila para el equipo británico, ya que sus pilotos se quejaron ostensiblemente de problemas varios en la estabilidad del coche.
La sesión se vio interrumpida en 2 ocasiones por salidas de pista en Luffield, la horquilla que conduce a Woodcote y a la antigua recta de meta. Romain Grosjean, que se quejaba de problemas de balance del coche y de un supuesto fallo mecánico, terminó enterrando las ruedas de sus Lotus en la densa arena de la escapatoria. No mucho después, Fernando Alonso tuvo una salida de pista muy similar, pero el piloto español entró a más velocidad y, con un poco más de tacto, pudo sacar el coche ante el aplauso de la jocosa afición británica.
La segunda interrupción se produjo a 15 minutos del final. Roberto Merhi, que tuvo una sesión complicada en su Manor (terminó a 1.6 segundos de Will Stevens) se fue demasiado largo, pisando la línea blanca y trompeando. Sus ruedas delanteras se quedaron en la arena y hubo que sacar bandera roja para que engranase marcha atrás y sacase el coche.