Sábado de Fraude

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En una nueva muestra de falta de contacto con la realidad que ha mostrado la Federación Internacional del Automovilismo con su producto estrella, la Fórmula 1 ha comenzado la temporada con un esperpento llamado sesión de clasificación. La nueva fórmula, ha sustituido un formato que funcionaba a la perfección por una idea ajena al sentido común que ha servido para dar aún menos actividad en pista en el circuito de Albert Park.
 

La primera parte funcionaba de manera más o menos efectiva, con una buena cantidad de pilotos haciendo tiempos para no quedarse fuera. No obstante, quienes sabían que iban a caer (Manor y Haas) se conformaron con marcar tiempos y salvar neumáticos, sabedores de que podían marcar mejores tiempos pero que el riesgo en este formato no merecía la pena en un deporte donde las jugadas defensivas suelen dar resultado (salvo en ocasiones situaciones en carrera). Otros pilotos, como Daniil Kvyat, no pudieron defenderse del contador de la muerte al encontrarse en boxes cuando el minuto y medio se cumplía.
 

Conforme iba sucediendo la sesión, los pilotos iban quedando eliminados en posiciones que correspondían a algo que se hubiera logrado de igual manera con un sistema que ya funcionaba hasta hace tres meses sin ninguna complicación y con un índice de éxito comprobado. McLaren lograba por fin pasar de la Q1 sin ayuda divina y Renault lograba lo propio, aunque ni Jolyon Palmer ni Kevin Magnussen (tampoco Fernando Alonso o Jenson Button) eran capaces de pasar el corte a la Q3.
 

Y aquí fue donde la construcción de la FIA resultó ser tan endeble como la casa de paja o de madera: los Toro Rosso, Red Bull y Force India sabían que no podían competir contra Ferrari o Mercedes, por lo que se limitaron a marcar tiempos y dejar que el tiempo llegase y ahorrarse gomas de cara a la carrera. Del mismo modo, los hombres de Maranello, sabiendo que aún apretando a fondo se quedarían a medio segundo en el mejor de los casos, se metieron en boxes y dejaron a Lewis Hamilton y Nico Rosberg ante una afición mundial defraudada ante un nuevo sistema que eliminaba toda la tensión de los minutos finales. La quincuagésima pole position del británico quedó así ensombrecida.
 

¿En qué estaban pensando? Bernie Ecclestone, en su papel de ‘justiciero en el momento justo’, ha declarado que el formato es ‘una mierda’, similar a la ‘basura’ que ha espetado Toto Wolff. Ecclestone defendió en parte el sistema con el argumento de que con el sistema anterior los Mercedes serían primero y segundo todo el rato y todo sería demasiado predecible – pero en una competición donde hay dos coches rodando un segundo por vuelta más rápido, casi cualquier sistema daría este resultado. Christian Horner espera que se vuelva al formato anterior a tiempo para el Gran Premio de Bahréin.
 

La nueva invención de la FIA es tal desastre que Alain Prost y Nigel Mansell han estado de acuerdo. Las dos leyendas del deporte, que tanto chocaron en su tiempo como pilotos de Ferrari, coincidieron en lo horrible de esta idea, sumándose a la unanimidad en contra de esta iniciativa. Los pilotos, pese a que se les pide que no vayan en contra de la FIA por motivos de imagen, han arremetido de manera pública, comenzando por Sebastian Vettel.
 

La Fórmula 1 tiene muchos problemas en la actualidad y casi todos ellos tienen dinero de por medio. Esta medicina homeopática para una enfermedad que no estaba diagnosticada ha conseguido un campeonato más uniforme, pues ahora es otro aspecto más el que no funciona. Después de haber descartado sistemas como el anterior o el de a una vuelta (que en definitiva es lo que muchos pilotos han hecho), incluso el formato de doce vueltas durante una hora completa que se utilizaba en los noventa hubiera sido más efectivo y no tan ridículo como el enésimo esperpento de una Fórmula 1 que, como apunta Niki Lauda, ha perdido su rumbo y no parece tener intención de dejarse guiar por ningún faro.