Susie Wolff, Susie Stoddart antes de contraer matrimonio con Toto Wolff, ha anunciado su retirada del automovilismo de primer nivel, una decisión difícil de entender para una piloto de 32 años de edad, y que entró en Formula 1 con un proyecto que le iba a llevar a competir en la élite del automovilismo. Al final, se ha confirmado la pantomima, y tras cuatro temporadas “de preparación” cuelga el casco.
Susie Stoddart saltó a la fama tras numerosos triunfos en campeonatos del BWRDC, es decir, el British Women Racing DriversClub. Esto le permitió disputar dos temporadas nacionales de la Formula Renault 2.0 donde consiguió arañar algún podio. Suficiente para que Mercedes pusiese sus ojos en ella.
Susie pasó a ser piloto de fábrica Mercedes en 2006, compitiendo en el DTM, un lugar donde las marcas intentaban que hubiese presencia femenina, aunque el rendimiento de la mencionada Susie y de Vanina Ickx, de Audi, estuviese lejos de Kristensen, Hakkinen, Alesi o Schneider. Contando siempre con el peor material, comenzó a tener un sitio en la competición, al menos, evitando destacar por su mal rendimiento. Su mayor éxito tuvo lugar en la temporada 2010, cuando por dos veces logró sumar puntos, acabando la temporada con 4 puntos. El campeón, Paul Di Resta, sumó 71.
En 2012, se anunció el acuerdo entre una mermada Williams F1 y Susie Wolff para que la piloto formase a ser parte de su elenco de pilotos. Un acuerdo del que su marido, Toto Wolff, gran accionista del equipo Williams, se desmarcó, diciendo que se había mantenido al margen para no influir en las negociaciones.
En 2013, Susie no comenzó la temporada de DTM para centrarse en el proyecto de Formula1. La maquinaria del Marketing y ficción se pusieron a trabajar. Susie se subirá a un Formula 1 cuando esté preparada, y por supuesto que podrá ser piloto titular. Aunque el papel de piloto de simulador y figurante en un Gran Premio podría compaginarse con la competición, Susie prefirió centrarse en su nueva meta.
Williams entretuvo a la prensa, dándole algo de tiempo a la británica en los test, e incluso subiéndola en los entrenamientos libres de un gran premio. Una gran maniobra para hacer creer al mundo que la cosa iba en serio. Pero no iba en serio.
En lo que era su cuarto año con Williams, Susie Wolff estuvo ante su gran oportunidad, la gran oportunidad a la que todo piloto con el rango de piloto reserva espera, una indisposición del piloto titular. Con una lesión en la espalda Valtteri Bottas no pudo tomar parte en el primer Gran Premio del año. Williams, que estaba al tanto de las dificultades de Bottas, prefirió intentarlo hasta el último minuto con el finlandés antes que preparar a la piloto de reserva.
La gran mentira que era el proyecto Susie Wolff fue patente apneas acabar el Gran Premio. No se creía que Bottas estuviese recuperado para Sepang, así que Williams corrió raudo y veloz a fichar un piloto. “Necesitamos algo, lo que sea”, para acabar fichando a Adrian Sutil. La confirmación de una farsa.
A Susie Wolff, así como al aficionado, le ataron un palo con una zanahoria. Le hicieron creer que si se esforzaba y cumplía el plan de trabajo, podría llegar a la zanahoria. Pero los que mandan, los que deciden, sabían que jamás alcanzaría la zanahoria. Una maniobra para entretener a la opinión pública. Mientras les hagamos creer que hay alguien a las puertas, alguien que lo puede lograr, no insistirán en el tema. No se preguntarán que fue de Natacha Gachnang, o por qué Simona de Silvestro salió por la puerta de atrás. En definitiva; no quieren.
Los 32 años es una edad atípica para retirarse de una disciplina deportiva de élite. Por ejemplo, esta semana se especula con la posible presencia de un piloto de 55 años como piloto oficial de Ford para las 24 de Le Mans. Es muy posible que Susie haya dado un paso en su vida, quizás con la maternidad, algo que las deportistas se cuidan mucho de medir correctamente los tiempos. O simplemente, lo de esta temporada le ha evidenciado la tomadura de pelo de la que era protagonista, y ha decidido no formar parte de ello.
Sea como sea, crónica de una muerte anunciada. Se podría, pero no se quiere. Próximo capítulo, Carmen Jordá, la piloto que jamás podrá adquirir una Super Licencia, y cuyos primeros test sobre un Formula 1 deberían haber llegado en el pasado mes de Septiembre.