Ayer fue Sainz el que se puso a los mandos del STR11 y hoy lo ha hecho su compañero de equipo, Max Verstappen. El piloto holandés ha completado 121 vueltas al trazado de Montmeló y su mejor crono ha sido el peor de la jornada de pruebas. Sin embargo, el joven piloto de Toro Rosso no se ha mostrado alarmado por sus registros ya que, según ha indicado a Marca, "lo importante era rodar lo máximo posible".
En lo relativo a su primera toma de contacto con el motor Ferrari, Verstappen ha manifestado que les reporta "más potencia" que el anterior y, en definitiva, que "va bien". No obstante, ha confesado que están trabajando con la firma italiana para "mejorar cosas", ya que "la decisión de incorporar esta nueva unidad de potencia fue tardía y ha costado tener el coche listo para estar aquí. Aún no tenemos todas las piezas y algunas están en producción".
Al parecer, la decoración no es el único aspecto que Toro Rosso no ha estrenado en estas primeras pruebas de pretemporada. Según recoge Motorsport, la escudería de Faenza estaría inmersa en la fabricación de un nuevo chasis (una evolución del que tienen ahora) que probaría en los próximos test de marzo. Asimismo, dicho medio indica que los planes de remodelación del STR11 incluyen el montaje de nuevas piezas que mejorarían la aerodinámica del coche.