En Sachsenring todo el mundo esperaba que Márquez dominase de cabo a rabo el Gran Premio. Pese a que finalmente se llevó pole y victoria, conseguir ese botín fue más complicado que en los años anteriores. El catalán se había impuesto en las ocho ediciones precedentes partiendo en todas ellas desde la primera posición de parrilla y siendo protagonista desde los libres, pero en esta ocasión no fue hasta que se puso en juego la pole cuando vimos el #93 en lo alto de la clasificación.
"Con la moto del año pasado teníamos puntos muy fuertes y puntos muy débiles", explicó Márquez. Con la de este año, los puntos fuertes son un poco menos fuertes y los débiles son mucho mejores. Por eso desde el viernes nos costó un pco más que otros años. Si te fijas en el resto de Honda, les ha costado. Dani siempre es muy rápido aquí. Parece que nos falta en alguna zona. Tenemos una moto muy constante. Nakagami con la antigua estuvo yendo muy rápido. Quizás hemos perdido algo de rendimiento".