Miguel Molina ha debutado de manera oficial con Ferrari este pasado fin de semana del 1 y 2 de abril en el circuito de Monza, participando en el Prologue del WEC con los equipos AF Corse y Spirit of Race. La primera vez que el piloto español se subió al 488 GTE fue durante las pruebas realizadas hace pocos meses, donde la Scuderia buscaba sucesor para Gianmaria Bruni en el Ferrari #51 del mundial de resistencia. Pese a que tanto él como Álex Riberas estuvieron presentes, finalmente fue Alessandro Pier Guidi el elegido para disputar la temporada del WEC.
Aun así Molina tiene un suculento programa para este 2017 después de haber estado las últimas siete temporadas en el DTM, donde consiguió tres victorias. Por una parte disputará las cinco pruebas de las Blancpain Endurance Series con el equipo SMP y por otra participará en la categoría GTE-Am del WEC con el equipo Spirit of Race. El culmen de su temporada serán las 24 horas de Le Mans, donde estará con el equipo oficial AF Corse en la categoría GTE-Pro, copilotando el Ferrari 488 GTE #71 junto a Davide Rigon y Sam Bird. Debido a que el piloto británico estaba en México participando con el equipo DS Virgin en la Fórmula E, Miguel Molina tuvo la oportunidad de participar en el Prologue con los dos equipos, alternándose entre los dos coches durante las 14 horas de entrenamientos libres.
El sábado por la mañana Molina se subió por primera vez al Ferrari de Spirit of Race. Pasadas las dos primeras horas de sesión el de Lloret de Mar tomó el relevo de Francesco Castellacci y completó un total de 16 vueltas, marcando un crono de 1:50.597, que fue el mejor del Ferrari #54 en esta primera sesión. La falta de experiencia con el coche se dejó ver en esta primera tanda y sus tiempos no fueron constantes. Otra hipótesis también valida es que el equipo estuviera trabajando en el setup del coche, realizando diversas pruebas. El tiempo del español fue el tercero mejor de la categoría, por detrás de los dos Porsche.
En la segunda sesión, que se disputó en la tarde del sábado, Molina se subió tanto al 488 de Spirit of Race como al de AF Corse. En primer lugar completó una tanda muy regular con este primero quedándose a milésimas del mejor tiempo de su compañero Castellacci. Después tuvo la oportunidad de rodar sus primeros kilómetros con el coche de la categoría Pro, con el que pudo bajar en segundo y medio su tiempo con el primero de los coches. Pese a que solo completó siete vueltas, su ritmo fue muy constante y mostró una rápida evolución.
Pese a que en la sesión nocturna del sábado por la tarde no salieron a pista ninguno de los dos coches del español, en gran medida por el aguacero que cayó sobre el templo de la velocidad, Molina recuperó el terreno perdido el domingo por la mañana. Volvió a rodar 16 vueltas seguidas, entrando varias veces en boxes para hacer ajustes, y en su undécima vuelta paró el crono en 1:49.843, logrando así el mejor tiempo del equipo y el mejor tiempo global de todo el Prologue en la categoría GTE-Am.
Por último, Molina volvió a subirse al 488 GTE #71 para completar una tanda de 9 vueltas seguidas. El piloto español se mostró muy constante y encadenó varias vueltas en 1:49, para finalizar el Prologue con un buen 1:48.724, que le sirvió para quedarse a menos de cuatro décimas de su compañero de equipo Davide Rigon.
El balance de resultados de Molina tras estos primeros entrenamientos es muy positivo. Aunque aún está lejos del mejor tiempo, logrado por Michael Christensen, acabar a menos de un segundo y medio y a cuatro décimas de su compañero de equipo en la que ha sido su primera prueba de fuego, son unos buenos resultados. Si además a eso le sumamos el tiempo conseguido con el coche de Spirit of Race, con el que disputará toda la temporada del WEC, batiendo a pilotos como Mateo Cairoli, nos hace soñar con lo que puede ser el comienzo de una brillante trayectoria en GTs. Aunque no debemos olvidar nunca que durante los test todos los equipos esconden, por lo que habrá que esperar a Silverstone para ver el rendimiento final de Miguel.