Daniel Juncadella es uno de los pilotos españoles más internacionales. Después de ganar el campeonato europeo de Fórmula 3 en 2012, comenzó una etapa como piloto de turismos en el DTM dentro del equipo Mercedes. Tras cuatro temporadas en la categoría, Daniel dejará de correr allí: la reducción de la parrilla de ocho a seis coches por marca le ha perjudicado y Mercedes no cuenta con él para este campeonato.
Juncadella se queda con el aprendizaje completado en estos años, con el ficticio podio de Hungría (fue descalificado por irregularidades técnicas en su vehículo), y con una gran experiencia. Su futuro más inmediato apunta a los distintos campeonatos de GT en los que compite Mercedes, pero no cierra las puertas a nada. Le gustaría probar la Fórmula E, donde los de Stuttgart planean competir desde 2018, y por supuesto no se olvida de la Fórmula 1.
¿Qué balance haces de tus cuatro años en el DTM?
"Han sido unos años que me han servido para aprender muchísimo. Cuando llegué no me esperaba que fuese un campeonato tan complicado e igualado. He sufrido mucho, pero son años que me han servido para crecer como piloto y para mejorar. Cuando no ganas, no pierdes, sino que aprendes. Hay que analizar la experiencia y usarla para el futuro".
A pesar de haber llegado a tener tres españoles en parrilla, en España el DTM se conoce poco, ¿qué es lo más difícil de este campeonato?
"Siempre me preguntan: "¿en qué corres?" y cuando les hablo del DTM muchos se sorprenden. Es un campeonato al que llamaría la "Fórmula 1 de los turismos", porque la lucha es brutal, con tres marcas alemanas que quieren ganar el campeonato con sus ocho pilotos. Al ser chasis, aerodinámica y motores prácticamente iguales, forman parrillas con coches en solo siete u ocho décimas en clasificación, y eso crea mucho interés".
¿Con qué te quedas después de estos años?
"Me quedo con el podio de Hungría, ese podio falso. Al final he pasado dos años y medio sufriendo. Este último año ha sido mucho más tranquilo para mí. Fue cambiar de chasis y de repente, milagrosamente, los resultados empezaron a llegar. Hasta entonces, había algo que fallaba… porque sorprende que tras estos cambios llegara el primer podio en tanto tiempo. Al final me quedo con eso, con un buen recuerdo".
El año pasado probaste el campeonato de resistencia VLN en el circuito Nürburgring-Nordschleife, ¿cómo fue la experiencia?
"El circuito es impresionante, es una locura. Había corrido mucho en él en simuladores, pero las sensaciones en el circuito son completamente diferentes. Es una experiencia única que me gustaría repetir".
¿Qué planes tienes para el futuro?
"Me atrae la Fórmula E. Es un campeonato que ha ganado muchos puntos en los últimos años. Cuando nació yo era el primero que lo criticaba, porque no parecía que fuese a tener futuro. Lo que me atrae y me gusta es que las marcas se están involucrando y los pilotos que corren allí me comentan que se lo están pasando muy bien. Eso demuestra que es un campeonato que está ganando mucha popularidad".
En 2018, además, Mercedes se involucra de forma oficial.
"Por eso seguir ligado a Mercedes es interesante para mí. Si saliese adelante este proyecto, mejor que mejor".
La temporada 2017 está a la vuelta de la esquina, ¿podría ser un año de transición para ti corriendo en GT?
"Sí, seguramente va a ser así. Siempre va a ser un año de transición al haberme quedado sin sitio en el DTM en el mes de enero. Lo afronto con muchas ganas, empezando desde cero".
Te atrae la Fórmula E con sus carreras divertidas, igualdad, opciones de ganar… ¿de la Fórmula 1 nos olvidamos?
"No pienso demasiado en la Fórmula 1. Si corriese un campeonato como la GP2 o las World Series, entonces sí que volvería a pensar en ello… Es algo a lo que no le cierro la puerta y aún existe alguna opción de hacerlo. Pero corriendo en GT no pensaría en la F1, porque son cosas completamente distintas y al final es como si fueran deportes diferentes".