Comenzó el ajetreado Grand Prix of Long Beach. La Indycar sacó sus V6 turboalimentados a pasear por las calles de Califronia, sede de la segunda cita de la temporada. La temperatura fue tal y como se esperaba en esta zona del pacífico, suave y con el asfalto quizás algo más frío, debido a la hora a la que comenzaron los entrenamientos libres (10:00 hora local).
James Hinchcliffe consiguió el mejor tiempo de la mañana (1’09’’811). El del equipo Andretti aventajó en casi dos décimas a Helio Castroneves y Justin Wilson, segundo y tercero y que prácticamente marcaron el mismo tiempo. La igualdad volvió a ser la reinante entre la mayoría de los pilotos, y es que hasta el décimo séptimo, Sebastián Saavedra, todos rodaron en menos de un segundo.
Oriol Servià con un tiempo de 1’10’’5054 consiguió el decimoquinto mejor tiempo en su vuelta a los circuitos, tres décimas mejor que el de su compañero de equipo, Graham Rahal, de nuevo algo retrasado en estos primeros entrenamientos. Jack Hawksworth volvió a ser el mejor rookie de la categoría, con un meritorio séptimo puesto.
La sesión se desarrolló con normalidad sin más contratiempo que una bandera roja provocada por Josef Newgarden. El de Sarah Fisher golpeó las barreras en la curva número ocho cuando trataba de mejorar el primero puesto que ya ostentaba.