Desde la irrupción del Caso Horner el futuro de Max Verstappen parece muy incierto. El neerlandés tiene contrato con Red Bull hasta 2028, pero los escándalos que envuelven a su jefe de equipo y la incertidumbre sobre su posible mala relación alimentan los rumores de salida.
Toto Wolff ya ha hablado en más de una ocasión de que él estaría encantado de tenerle en Mercedes tras la salida de Lewis Hamilton a Ferrari. A todo este lío entre Max, Mercedes y Red Bull hay que añadirle a Aston Martin. Desde Motorsport.com no ven imposible que el equipo de Silverstone se lance a por el piloto neerlandés.
¿Por qué se marcharía Verstappen a Aston Martin?
Viendo la actual clasificación del mundial de constructores parece toda una temeridad abandonar el campeón de constructores de las dos últimas temporadas y, posiblemente, el de esta también. Además Red Bull es un equipo hecho con su propio túnel de viento y una estructura muy cohesionada y que ha demostrado que funciona de manera casi perfecta.
Pero uno de los motivos por los que puede abandonar el paraguas de los austriacos es el cambio de reglamento de 2026. A partir de ese año cambian los motores de la F1 tal y como los conocemos, Red Bull construirá, por primera vez en su historia, sus propios motores de la mano de Ford. Mientras, Aston Martin pasará a ser un equipo de “fábrica” al asociarse con Honda. No es un secreto que Max tiene una buena relación con los japoneses y que le dolió su separación tras 2021. Verstappen ha sido campeón del mundo estos tres últimos años con un motor Honda, y tras el anuncio de su acuerdo con los británicos reconoció algo de resentimiento por abandonarlo a él y a su equipo.
Por otra parte, Lawrence Stroll puede presumir de una nueva y flamante fábrica a la altura de los mejores equipos de la parrilla. La puesta en marcha de su propio túnel de viento puede situarles como uno de los equipos referencia del próximo reglamento. Además, el músculo económico del equipo verde le permite a Lawrence ofrecerle un contrato a Max a la altura de un tres veces campeón del mundo.
No son pocos los ingenieros, jefes de equipo y periodistas que hablan de que el cambio de motores de 2026 supone un reto para los nuevos fabricantes, Red Bull-Ford y Audi, que parten con desventaja respecto a sus rivales, que ya han trabajado con unidades de potencia similares y más complejas. Ese “miedo” a que la alianza austriaco-norteamericana falle es real por parte de un Verstappen que, si se queda, se vería encadenado a un equipo y un motor incompetente por tres temporadas.
Max para 2026 tendrá 29 años, y cuando termine su contrato con Red Bull 31, ya no será aquel niño que llegó a la F1 en 2015 con apenas 17 años. Ahora debe ser muy consciente de las decisiones que tome si quiere seguir ganando carreras y peleando por campeonatos.