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Carlos Sainz y Lando Norris, así como el CEO de McLaren Zak Brown, han aceptado un recorte de salario ya que el equipo con sede en Woking ha decidido apretarse el cinturón ante la manera en la que está afectando a nivel económico la pandemia del coronavirus. Los dos pilotos y su jefe, así como otros miembros importantes del equipo británico, reducen sus ingresos de manera voluntaria.
La Fórmula 1 ya decidió adelantar a nivel oficial su cierre de fábricas habitual en verano a los meses de marzo y abril, con cada equipo estipulando que días iban a estar sin actividad – algo que podría ampliarse dado que en principio no habría carreras al menos hasta el mes de junio con el Gran Premio de Canadá. Otra gran medida para ahorrar costes es la de retrasar los coches nuevos de 2021 a 2022, dado que un nuevo marco técnico hubiera supuesto millones de euros de inversión para cada uno de los equipos de la categoría reina.
McLaren ha sido la primera escudería en anunciar estas medidas, en un momento en el que aún se desconoce el número de grandes premios que se podrán disputar este año. El CEO de la F1 Chase Carey cree que será posible celebrar entre 15 y 18 pruebas pese a que ya se han pospuesto seis grandes premios (Bahréin, Tailandia, China, España, Holanda y Azerbaiyán) y cancelado tanto Australia como Mónaco.