Pedro de la Rosa tiene claro dónde estará la verdadera batalla en la Fórmula 1 de 2026. El embajador de Aston Martin insiste en que el éxito no dependerá tanto del rendimiento inicial como de la capacidad de evolucionar el coche a lo largo de una temporada de 24 carreras. En un campeonato marcado por un cambio técnico profundo, el desarrollo será el factor decisivo.
El expiloto español recuerda que empezar fuerte nunca garantiza nada en la Fórmula 1 moderna. Casos recientes como Ferrari en 2022 o Red Bull en 2024 demuestran que el orden puede alterarse radicalmente con el paso de las carreras. Para De la Rosa, el coche que se presenta en la primera prueba es solo el punto de partida.
El reglamento de 2026 abre un escenario especialmente volátil. Además de un chasis completamente nuevo, la unidad de potencia cambia de filosofía, con un peso mucho mayor de la parte eléctrica. Esto permitirá progresos constantes tanto en el apartado aerodinámico como en el motor, haciendo que el campeonato esté mucho más abierto de lo habitual. El resultado en Australia contará, pero el verdadero veredicto llegará en Abu Dabi.
De la Rosa prevé un año de alternancias constantes y evoluciones agresivas, con posibles remontadas similares a la de McLaren en 2023. Equipos que arranquen en posiciones discretas podrían acabar luchando arriba si aciertan con las mejoras. Por eso, insiste en que el título será para quien mantenga el ritmo de desarrollo durante toda la temporada, no para quien golpee primero.
En el paddock se habla con optimismo de Aston Martin: nuevas instalaciones, el estatus de equipo de fábrica con Honda, un organigrama técnico liderado por Adrian Newey y la motivación intacta de Fernando Alonso. Aun así, De la Rosa lanza un mensaje de cautela. Con un cambio normativo tan profundo, todos parecen campeones en la previa. La realidad, recuerda, solo se confirmará cuando termine la última carrera de 2026.