Aunque no rodará hasta su presentación el próximo 14 de febrero con motivo de un shakedown en el Circuito de Silverstone (Inglaterra), el motor del monoplaza de la escudería Mercedes con el que competirán el inglés Lewis Hamilton y el finlandés Valtteri Bottas en el Mundial de Fórmula 1 de 2020, ya ruge. De hecho, este martes se ha procedido al encendido de la unidad de potencia del W11. Así de denomina a la nueva flecha de plata con la que la formación de Brackley aspira a coronarse por séptima vez consecutiva.
La puesta en marcha del propulsor, a pesar de que pueda parecer una cuestión convencional, siempre representa un momento cargado de tensión y trascendencia para las escuderías. El resultado del esfuerzo de un año trabajo con muchas de horas de esfuerzo invertidas por una legión de empleados en las fábricas, debe mostrarse ante todos ellos.
Precisamente, la potencia y la fiabilidad de los propulsores germanos han resultado claves en la aplastante superioridad demostrada durante la era híbrida. De hecho, desde 2014 hasta la fecha han monopolizado las coronas, con seis consecutivas de Constructores y otras tantas de Pilotos, firmadas por Nico Rosberg (2016) y Lewis Hamilton (2014-2015 y 2017-2019).
El hexacampeón de Stevenage, quien ha ganado cinco de sus seis títulos con Mercedes, los tres últimos seguidos, tratará de igualar los siete que mantienen al alemán Michael Schumacher como el corredor más exitoso de todos los tiempos.
Para los supersticiosos, recordar que se trata del bólido número trece en la Historia de Mercedes y también que competirán en su decimotercera campaña en la Categoría Reina. Obviamente, el equipo de la estrella se presenta un año más como el enemigo a batir y el principal candidato a la gloria. Por cierto, buena parte de responsabilidad en esta histórica supremacía deportiva es debida a su brillante mecánica que arrancó con Juan Manuel Fangio en 1950.
Listen up... W11 is ALIVE! 🔥⬆🔊❤ pic.twitter.com/BXFGSefmMy
— Mercedes-AMG F1 (@MercedesAMGF1) January 28, 2020