Esta semana la Scuderia Ferrari ha estado completando unos test en su circuito de Fiorano. Los de Maranello han aprovechado su ‘filming day’ para probar el nuevo paquete aerodinámico que estrenarán en Imola. Además, con un monoplaza de 2022 han estado probando un dispositivo para la lluvia.
Desde la llegada del nuevo reglamento técnico de 2022 ha surgido un grave problema de seguridad en la F1. Los nuevos monoplazas de efecto suelo, en situaciones de lluvia, levantan una cortina de agua que reduce drásticamente la visibilidad de los coches que le persiguen. Para evitar esto, desde la FIA y la FOM han estado buscando una solución factible al respecto.
Se propuso en su momento crear una configuración de monoplaza específica para carreras sobre mojado, pero no se especificó ni cómo ni para cuando. Ahora, Ferrari ha probado varias configuraciones de lo que parecen unos cobertores de neumáticos que eliminaría parte del ‘spray’ que generan los monoplazas en lluvia. Este cobertor, aún sin saberse su eficacia, presenta una serie de problemas a la hora de realizar los ‘pitstops’ al ser tan voluminoso, y desconocemos su impacto en la visión de los pilotos.
El problema del agua que levantan los monoplazas en lluvia va más allá de la propia seguridad de los pilotos. Al llover en un circuito mucho hace que los comisarios deciden sacar la bandera roja hasta que mejoren las condiciones, haciendo más predecible el espectáculo y privando a los espectadores de ver una carrera de lluvia sin interferencias de dirección de carrera. Ha habido numerosos ejemplos como Mónaco 2022, Japón 2022 o Países Bajos 2023.