Por mucho que se empeñen en negarlo, a Lotus le ha afectado muy negativamente el hecho de haberse perdido los primeros cuatro días de test en Jerez. Cuando los demás equipos comenzaban a poder completar tandas de clasificación, ellos aún trataban de poner en orden su unidad motora y todo el complejo sistema eléctrico. Y hoy, la sesión clasificatoria ha sido un claro reflejo de ello.
Las voces airadas de Grosjean por la radio del equipo diciendo “¡Increíble!”, tras el enésimo fallo detectado por sus ingenieros en el motor Renault, son la confirmación de que en Lotus todo son problemas a día de hoy. Su ‘E22’ se entrevé rápido y aerodinámicamente eficiente cuando ha conseguido marcar tiempos en pretemporada pero en Melbourne todo son inconvenientes y Maldonado no ha podido, siquiera, marcar un registro en la Q1 por problemas con su unidad motora. No obstante, viendo los registros del venezolano en Q3, la FIA le ha dado permiso para tomar partido en el Gran Premio de Australia, a pesar de no haber cumplido la normativa del 107%.
“Estamos trabajando muy duro y necesitamos ser optimistas. En la parte positiva, no somos los únicos con problemas. Continuaremos trabajando duro y mejor que los demás”, trata de consolarse Pastor Maldonado. “Fue un problema en la unidad motea lo que nos hizo salir tarde a pista. En ese momento comenzó a llover y entonces, todo estaba terminado. Nuestro ritmo debería ser bueno pero necesitamos rodar.”
Por su parte, un acalorado Romain Grosjean presentaba problemas con sus mapas motores -al igual que le ha ocurrido a Sebastian Vettel en la Q2- y el tiempo marcado le vale para arrancar antepenúltimo, gracias a la sanción de Esteban Gutiérrez. “¡Tuvimos un montón de problemas hoy y cada vez que arreglábamos uno, otro aparecía! Los chicos están trabajando muy duro y es una situación complicada para todos. Sólo tenemos que aprender todo lo que podamos cada vez que salimos a pista”, declaraba el francés al bajarse del ‘E22’.
“Sí, es frustrante, pero soy el que tiene una vida más sencilla ya que no trabajo durante la noche en el coche”, reconoce Grosjean, cuyos mecánicos rompieron el primer toque de queda en la madrugada del viernes a hoy, sábado. “Todavía puede ser un coche monstruoso si todos trabajamos juntos como equipo.”