Desde el pasado 2023, la FIA les exige a todas las escuderías cumplir con los límites establecidos a nivel de presupuesto, que garantizan así con todos los protocolos y procedimientos correctos para hacer de la categoría reina una competición más justa, equilibrada, igualada y competitiva.
Una vez anunciada de forma oficial la resolución final de la investigación, entre los dos fabricantes de motor tendrán que abonar una suma que asciende al millón de euros, siendo las multas de 600mil euros para Honda y 400mil para Renault respectivamente. Tanto la japonesa como la francesa llegaron a un acuerdo con la Federación Internacional de Automovilismo en el que las dos fábricas declaraban mediante la exposición de sus informes financieros que habían realizado errores administrativos.
Solo han sido estas dos las únicas de todo el campeonato en incumplir con las normas, y a parte de realizar el abono de sus sanciones, deberán hacerse cargo de los costos administrativos que la Administración de Límites de Costos de la FIA realice durante el procedimiento de investigación del caso.